¿Coloreamos?
¡Buenos
días! Colorear cada instante es importante, darle una tonalidad específica a
nuestras percepciones y emociones, encontrar la manera de visualizar la paleta
de pintura completa y dar brochazos intensos a nuestro entorno ayuda a
focalizar nuestros objetivos.
Hay
que buscar entre las sombras aquel resquicio de luz que nos abre el camino
hacia un lugar incierto, encontrar la manera de aparcar las frustraciones y los
desvelos para descubrir un arco iris inmenso frente a nosotros.
Subir
al monte de la ansiedad es sencillo, solo se necesita una mira pequeña y unas
metas demasiado altas. Por suerte el descenso, que en un principio parece gris,
apático e intrincado, puede convertirse en un bello sendero rodeado de flores
multicolores que emanan una dulce fragancia.
Liberada
de las cadenas de esa angustia permanente que me anclaba al teléfono o al
email, ahora solo deseo crear. Es una tarea intensa que me aleja constantemente
del ahora para sumergirme en un mundo lejano, diferente y planeado únicamente
para mí.
Me
encanta perderme en la mente de mis personajes, escribir mentalmente párrafos
que luego no se plasman igual en el papel, aunque conservan la esencia de mis
pensamientos. Es algo mágico, consigo sentir como ellos, vivir su aventura,
respirar su esencia y compartir sus desvelos.
Estoy
en una etapa de mi vida bastante plácida. He comprendido que no se puede vivir
anhelando lo imposible, sino que se ha de disfrutar de cada recodo. Mi
escritura ha cambiado, el otro día cogí un manuscrito antiguo y me di cuenta de
que mi manera de expresar y de llenar las tramas dista mucho de esa Pat.
Madurar,
descubrir que tus ilusiones son un cúmulo de piedras negras que te impiden
avanzar por el camino correcto, implica modificar la visión de la vida que
tenías y eso, indiscutiblemente, acaba por llenar los folios de una manera
completamente nueva.
Me
apetece explorar mundos desconocidos, adentrarme en mentes distintas, con
personalidades marcadas y mucho que ofrecer al lector. A veces, cuando me
encallo en una historia intento sacarla a flote, pero con el tiempo he
descubierto que es mejor dejarla atrás si ya no siento la emoción de la trama
vibrar en mi interior al retomarla.
Por
eso abandoné ELE. Quizás en un futuro recoja las migajas de esas novelas
iniciadas, ahora mi mente discurre por otra idea, una más ambiciosa e intrigante.
Necesitaré documentarme, pasar horas frente al ordenador revolviendo la red en
busca de datos. También quiero volver a reproducir una película antigua que me
ayudará a darle el tono que deseo...
Supongo
que esta vez tardaré más tiempo en poner el punto y final. Pero la historia se
lo merece.
¡Feliz
día! J
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