Un escritor, ¿nace o se hace?
¡Buenos
días! Hoy empieza la primavera… ¡Qué la sangre altera! Jajajajaja. No parece
que el sol esté muy por la labor de iluminarnos, han anunciado mal tiempo y una
nueva caída de las temperaturas…
Cuando
la calle se llena de flores, colorido en la ropa y personas alegres que caminan
sin el abrigo me encanta. Es una sensación distinta al invierno, donde
normalmente todo se viste de gris, el día es apagado y apático y el frío
enciende el rubor en las mejillas.
Realmente
la temperatura primaveral es perfecta para caminar bajo la luz diurna que se
alarga cada vez más, para contemplar a la gente pasar sentada en un banco de la
calle…
A
veces pienso que observar a los demás es una de las mejores maneras de acentuar
la imaginación. De pequeña me encantaba inventar historias acerca de los transeúntes
o de las parejas que se sentaban en una mesa de un bar o del señor que entraba
en el autobús con una mueca airada…
Desde
la ventana de mi habitación se escuchaban los ruidos del tráfico por la noche.
Como mi problema con el sueño viene desde los seis meses de edad y de pequeña
me costaba un mundo dormirme al meterme en la cama me ensimismaba escuchando, recreando
un camión que conducía a esas horas para entregar a tiempo su cargamento, un
matrimonio que corría al hospital para tener a su primer hijo, una pareja de
recién casados que llegaba a casa después de su luna de miel, unos jóvenes
juerguistas que circulaban con la música a tope…
Era
mi ocupación favorita: inventarle una historia a los demás, fantasear con mil
posibilidades y pintar de colores diferentes cada pedacito de mi vida. Muchas
veces vivía tanto mis historias que acababa creyéndomelas… Confundía muchas
veces la línea entre la realidad y la ficción.
Un
escritor, ¿nace o se hace? Yo creo que hay un poco de cada cosa. La creatividad
es innata, aunque también se puede estimular… Imaginar, inventar e idear tramas
es algo que suele convivir con los escritores, hay técnicas para estructurar
una novela y con ellas cualquiera puede conseguir su propósito de escribirla,
pero yo creo que la capacidad de narrar una historia es algo que nos acompaña
desde la cuna.
Una
vez descubres tu intención escribir viene la parte de estudiar técnica, de “cocer”
al escritor que llevas dentro con la práctica y el pulido de tus escritos. Sin
ese saber nunca conseguirás redactar con la fluidez necesaria para expresar lo
que sientes. El camino para convertirse en un verdadero escritor pasa por “hacerse
un poco”.
¡Feliz
día! J
En mi opinión con respecto a lo de ser escritor pienso que un buen escritor es aquel que es capaz de inventar una historia que, además de que resulte creíble para los lectores, sea con la única intención de servirse de esta para contar entre el interlineado otra totalmente distinta e independientemente de la fluidez expresiva o el número de seguidores o admiradores que este pueda tener. Personalmente me he llevado muchas decepciones ante obras perfectamente estructuradas que se valen de adjetivaciones y recursos literarios que no estan a la altura de todos los lectores y que hacen resaltar la destreza y conocimientos adquiridos por el que está detrás de esas historias, pero que, sin embargo, he podido observar que son historias vacías que no transmiten nada más alla que la capcidad de escribir y estructurar correctamente..., En fin, considero que lo único que debería primar entre unos y otros sería el poder contar con escritores y lectores que compartiesen los mismos gustos: sin duada alguna, ese sería el mayor de los premios para ambos.
ResponderEliminar¡Un saludo, Francisco! :-)
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