Avanzamos...
¡Buenos días! Llueve, el exterior está oscuro y tengo mucho sueño,
esto del cambio de hora nunca me ha gustado… Pero qué se le va a hacer, es hora
de levantarse, irse a trabajar y no hacerse mala sangre.
El fin de semana ha sido un bálsamo en mi ajetreada vida. He
conseguido esquiar, descansar y escribir muchísimo, encontrando el tono
adecuado a la novela. Me encanta cuando al fin logro ver el camino, saber el
horizonte al que me encamino lentamente, serpenteado por el mundo de la
imaginación.
Parece que la primavera se resiste a irrumpir con la fiereza necesaria
para arrasar el frío. En la montaña las bajas temperaturas nos han acompañado
los dos días, aunque quizás no eran tan pronunciadas como en Navidad.
Sé que llevo muchos años anhelando vivir de la literatura, que la
vida no deja de sorprenderme con nuevos giros y que me hice demasiadas
ilusiones. Ahora que he descubierto la felicidad escribiendo únicamente por el
placer de dar salida a las historias que se formulan en mi mente ansiosa de
contarlas ya no siento esa necesidad imperiosa de cambiar mi destino.
Ahora empiezo a ver las cosas de manera más sosegada, con una
línea más clara para encaminarme al futuro. Es tranquilizador saber que no todo
empieza y termina en la escritura, que hay un mundo ahí fuera esperando a que
lo explore.
Me parece que a veces es importante volar, mirar las cosas en
perspectiva y conseguir fijarse una meta alcanzable y que no te haga sufrir
demasiado. En eso estoy, adaptándome a muchas situaciones y dándome cada vez
más cuenta de dónde estoy y hacia dónde voy.
Para empezar quiero dedicarme más a los estudios del inglés que
ahora hemos iniciado en el trabajo y buscar alternativas para mejorar mi nivel
de formación. Luego el tiempo dirá…
Quizás es hora de aparcar por un tiempo la dedicación intensa a la
escritura y utilizar esas horas para algo más productivo. Podría cambiar mi
manera de gestionar las horas libres, escribir una novela en un par de años en
vez de en un par de meses…
Es gratificante poner en orden mis ideas y darles sentido en el
papel, pero también lo es saber que prosperas en tu faceta profesional y que
consigues una meta plausible…
¡Feliz día! J
Ten por seguro que otras personas se tienen que conformar con bastante menos. Y ten en cuenta que no hay nada más importante en esta vida para el ser humano que sentirse feliz y, eso mismo puede conllevar muchas veces a que te tienes que decidir que es lo prioritario. La vida no se trata de conseguir infinidad de metas, sino más bien de sentirse satisfecho con lo que cada quien es sin más.
ResponderEliminarAlgunos piensan que el que alcanza la felicidad por conformarse con lo que se es o posee no es más que un ser mediocre; otros, en cambio, vemos absurdo el dedicar toda la vida a ponerse metas inalcanzables y sentirse fracasados al no conseguirlas: pero como todo en la vida solo se trata de distintos puntos de vista con respecto a que es más satisfactorio. En, fin, quiero decir, que soy una de esas personas a las que no le importa que los demás nos puedan ver como un ser mediocre si con mi forma de ser y vivir me considero una persona feliz.
ResponderEliminarEs importante ser feliz con lo que se tiene. Para mí las personas que son felices con lo que tienen son afortunadas, es la mejor manera de sonreír cada día. ¡Un abrazo!
EliminarBuenas J :) Lo mejor es que seas feliz, tal y como te dice mi buen compañero de letras, Francisco Vitara :) Seguro que puedes compaginar todo lo que deseas y necesitas hacer. Trata de sacar 30 minutos al día para el Inglés, y otros 30 para escribir tu novela, esto como parte de tu estupenda jornada de labores varias :) de tu maravilloso día a día. En 7 días de la semana, 30 minutos por 7 son 210 minutos (3 horas y media de absoluta plenitud en lo que deseas hacer semanalmente y poco a poco seguro que fructifica) ;) ¿qué te parece el planning ??? Un abrazo lleno de cariño para ambos :)
ResponderEliminar¡Un planning genial! Ayer hablaba en voz alta, soy una experta en planificar los horarios, pero ahora creo que necesito centrarme un poco en el trabajo... ¡Un beso!
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