¡La importancia de la comunicación!
¡Buenos
días! Hoy me gustaría hablar acerca de las distintas percepciones que hombres y
mujeres tenemos de un encuentro, de la importancia de las despedidas y de la
necesidad de palabras a la hora de acatar una decisión. Sé que ambos sexos
somos distintos, nuestros sentimientos se manifiestan de maneras opuestas, pero
en el fondo la intensidad es la misma.
Quizás
llevo demasiados años casada para descubrir realmente cómo me sentiría frente a
una espera infructuosa, y más en tiempos de Whatsapp...
Las nuevas tecnologías añaden un ingrediente nuevo a la ansiedad, una manera de
monitorizar a las personas que nos induce a vivir más estresados.
Tras
una primera cita las mujeres nos preguntamos si volverá a llamar, si le
interesará vernos de nuevo. Bueno, eso si la cita ha ido bien y creemos que la
cosa puede avanzar. El protocolo dice que han de pasar unos tres o cuatro días
hasta que se produzca el contacto. Son jornadas difíciles, de aquellas en las
que te coses el móvil en la mano y le instas a vibrar…
Por
suerte en los tiempos modernos una mujer también puede tomar la iniciativa, así
que la segunda cita la puede proponer ella. Estoy convencida de que si a un
hombre le gusta esa chica también tiene sus instantes de ansiedad y se pregunta
cuándo es prudente contactar… En ese caso al hablar por segunda vez las cosas
suelen estabilizarse con largas conversaciones, salidas y muchas emociones.
Pero,
¿cómo saber si ellos quieren vernos con regularidad o únicamente una vez? Los
hombres que anhelan futuros encuentros se preguntan lo mismo, aunque ellos no
lo transmiten con palabras ni con gestos. Nosotras acostumbramos a ser más
temperamentales y transparentes, a veces incluso los asustamos…
En
realidad es una cuestión de feeling…
Llegados a los próximos encuentros muchas veces ninguno se atreve a decir qué
espera del otro, y eso es importante, la comunicación fluida, junto a una
declaración encubierta de intenciones ayuda a descubrir qué quiere cada uno.
Por desgracia las mujeres solemos acobardarnos y ellos, si no quieren más que
un revolcón, tampoco suelen acatar esa labor.
Por
eso las despedidas son importantes, las palabras que se pronuncian son bien
recibidas por la otra parte para esclarecer el futuro. Muchas veces son
compartidas, incluso deseadas. Otras hacen daño o emocionan… Lo peor es la
incertidumbre y la cobardía a la hora de aceptar que solo era una aventura de
una noche.
Cuando
la relación fructifica la comunicación es vital para conocerse y ahondar en la
personalidad del otro. Es agradable saber que alguien se preocupa por ti, y esa
sensación es igual en los hombres y en las mujeres. Mantener conversaciones,
pasear cogidos de la mano mientras se comparten historias de un pasado lejano y
reciente suele ayudar a saber si esa es la persona con la que queremos compartir
una parte de nuestra vida.
¡Feliz día! J
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