Niebla
¡Buenos
días! El viento impacta contra las hojas de mi terraza llenándolas de
movimiento, parece que el sol quiere asomar para regalarnos un día azulado y
nítido, con restos de frío. Quizás ya es hora de aparcar las ensoñaciones y
dedicarse a ver la realidad.
Estoy
completa y absolutamente bloqueada, es extraño, las ideas parecen enredadas en
una niebla espesa que las dispersa y ninguna logra materializarse en frases con
sentido… Sé que tarde o temprano serenaré mi cerebro y conseguiré centrarme en
una historia, pero cuando estoy así deseo encontrar el cauce perdido de las
tramas.
¿Os
ha pasado alguna vez? Los sucesos vapulean la capacidad de sentir hacia un lado
concreto y te muestran una perspectiva completamente distinta a la que tenías…
Estoy convencida de que mi bloqueo se debe a esto, al shock de descubrir que el camino de rosas a veces se convierte en
espinas de una manera nada natural.
La
parte positiva es que todo pasa, que al final la vida encuentra una manera de
reubicarse y dejar atrás los malos momentos. Y la experiencia me demuestra que
mi capacidad de escribir siempre regresa, arrasando esta dispersión que me
acompaña desde hace unas semanas.
Hace
años vivía estos bloqueos con ansiedad, me sentía vacía de palabras, yerma de
sentimientos, ausente en mi faceta más intensa. Ahora permito que las novelas
escritas formen imágenes inconexas, de manera que los personajes me acompañan y
refuerzan la energía positiva.
Parece
mentira que sea tan importante encontrar esa brizna de optimismo que me
acompaña… Las experiencias a las que me enfrento son la base de mis ideas, me
ayudan a descubrir el realismo necesario en las caracterizaciones de los
personajes y le dan un toque de autenticidad a las tramas.
Ahora
debo replantearme varias premisas que me acompañan desde el inicio y encontrar
el cauce para que tomen cuerpo en una novela. Me cuesta renunciar a los finales
felices, mi idealismo sigue intacto a pesar de los pesares, pienso que la vida
es algo más que malos y buenos momentos, hay un sinfín de ilusiones, buenas
personas y príncipes azules que esperan a encontrarte.
La
suerte no puede ser tan injusta… Así que la dejaré rodando en su ruleta,
esperando a que los premios se repartan con equidad. ¡Arriba esos ánimos, fuera
lágrimas, adiós mala pata!
¡Feliz
día! J
0 comentarios: