Cambios
¡Buenos días! Tomar decisiones siempre me cuesta,
y más si son trascendentales en mi vida, pero estoy cansada de ser siempre
demasiado buena, con miedo a lo desconocido, como si me aterrara la posibilidad
de enfrentarme a un cambio.
Asusta, para qué me voy a engañar. Pero no puedo
seguir con esta postura pasiva, sin dar el salto.
Por primera vez en años tengo la sonrisa
instaurada siempre en la cara, a pesar de no alcanzar nunca las metas trazadas
de niña. He conseguido superar la frustración, la necesidad de avanzar hacia
las estanterías, la ansiedad y la angustia de no recibir respuestas. Aunque prefiero
recibir negativas a la incertidumbre, sobretodo de parte de alguien a quien regalé
mi confianza durante demasiados años.
En este instante me toca tomar una decisión en
otra faceta de mi vida, y también necesito pensar en positivo, sin sucumbir al
vértigo de lanzarme al vacío, sin agarrarme a lo bueno conocido para adentrarme
en lo que falta por conocer.
Lo doy siempre todo, no escatimo en esfuerzos para
terminar la semana con las tareas cumplidas, con la satisfacción de conseguir
mis objetivos personales, sin desfallecer nunca a pesar de la presión. Pero hay
momentos en los que los acontecimientos se precipitan para llevarte a una
encrucijada y entonces debes tomar un camino u otro.
Estoy cansada de apostar siempre por el caballo
perdedor, de no hacerme valer por miedo a lo desconocido. Esta vez estoy dispuesta
a saltar al vacío, a pesar de las consecuencias, de la falta de red bajo mis
pies y de la ausencia total de visibilidad. No tengo ni idea de qué me espera
al final del salto, pero me arriesgaré a descubrirlo.
Hoy sonrío feliz ante la posibilidad de avanzar
hacia un horizonte inexplorado, con la emoción de abarcar un futuro incierto y
la ilusión por un nuevo comienzo. Reinventarse es la mejor decisión para
alcanzar la quimérica felicidad.
No pienso renunciar a mis sonrisas ni agobiarme ni
ponerme nerviosa por las respuestas que no llegan. Tampoco voy a asustarme por
tomar un rumbo diferente en otras facetas de mi vida ni voy a seguir esperando a
que las cosas cambien solas. He de tomar las riendas.
Seguiré escribiendo como una posesa, dándole
salida a mis historias, compartiéndolas con unos pocos y, quizás, más adelante
las cuelgue en Amazon. Y no rechazaré la posibilidad de empezar de cero ahora
que está a la vuelta de la esquina.
¡Feliz día! J
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