Rawa Island (Perhentian)
¡Buenos días! Llegamos al viernes y apenas he
contado con tiempo para darme cuenta del avance de la semana. Regresar a la
rutina es duro, pero si le pones ganas y tesón consigues adaptarte enseguida.
Por las noches mi marido se pasa horas ordenando
las fotos del viaje, preparando un álbum Hofman con las mejores instantáneas
que sea un gran recuerdo de esta experiencia. Es una tarea difícil, tenemos
nada menos que cuatro mil trescientas fotos del viaje… Y a veces le cuesta decidir
cuál es la mejor y cuáles descartar.
Perhentian me ha arrebatado, cada noche me duermo
recordando sus playas de arena blanca, la serenidad del paisaje, la facilidad
de relajarme estirada en una hamaca, con el ordenador en el regazo, mientras
dejaba volar la imaginación.
Nos bañamos en las aguas de Coral Bay, una playa
llena de arrecifes de coral en la que cuesta encontrar arena para meterte en el
agua. De vuelta al hotel unas nubes amenazantes coparon el cielo con una
rapidez pasmosa. Mientras nos duchábamos en el baño al aire libre cayeron las
primeras gotas de lluvia. ¡Suerte que la ducha tiene techo!
A las ocho, cuando nos disponíamos a explorar la
playa en busca de un restaurante, la lluvia impidió movernos del hotel. Era
torrencial, y nuestros chubasqueros estaban en las maletas desaparecidas, así
que nos sentamos en The World Café y repetimos restaurante.
Me encantó bucear con mis gafas ultra grandes, sin
sacarme el tubo en ningún momento, con la mirada puesta en las mil maravillas
que ofrecía ese paraíso tropical.
Tres horas después abandonamos Rawa para irnos a
ver tortugas marinas en Turtle Point y tiburones pequeñitos en Shark Point. ¡El
lunes os lo cuento!
¡Feliz día! J
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