Caminos...
¡Buenos días! Este fin de semana lo he dedicado a descansar,
a leer, a escribir un poquito y a ordenar mi cabeza en todo lo relacionado con
proyectos futuros.
Sé qué quiero, pero no tengo claro si lo conseguiré.
Aunque en la vida todo se trata de apostar, de sentir y de
dejarse llevar por los impulsos. Y nunca se sabe. Porque cuando hay decisiones
que implican a otras personas no puedo hacer nada más, así que voy a tirar la
moneda al aire, a dejar que caiga y a tomar un camino incierto.
No quiero publicar más novelas ese 2019. Al final van a ser
tres y todas muy seguidas. En breve podré anunciar cuándo llegará LDTPA y en mayo
una novela que me hace muchísima ilusión ver a la venta: Cuando el destino nos encuentre.
Y después de eso, nada hasta 2020.
Este es mi plan porque no quiero seguir este ritmo ni estar
constantemente promocionando demasiadas historias.
Mis deseos, esos que me empujan a escribir sin medida, a
crear nuevas historias cada pocos meses, a soñar despierta, me piden tomar una
dirección concreta. Y voy a apostar por ella, a ver si consigo una ruta recta y
despejada hacia la meta o vienen curvas.
A veces hay que tomarse un descanso para tomar aire. Hay
momentos en los que es mejor no avanzar demasiado rápido ni querer abarcar un número
elevado de publicaciones porque al final saturaré a los lectores.
Escribir, escribo un montón. Estoy a un tercio de acabar la
novela a la que llevo dos meses dando vida y tengo una idea buenísima para otra,
aunque de un género diferente. Espero.
Tengo un montón de historias en el cajón y me encantaría
enseñároslas todas, pero es imposible abarcar tanto. Así que, quizás, voy a
empezar a escribir algunas historias para mí, a publicarlas en plataformas como
Watpadd o a darle a las teclas porque me apetece hacerlo y no para publicar.
En mayo tendré diecinueve novelas a la venta. Cinco
autopublicadas en Amazon. Las catorce restante de la mano de cuatro
editoriales. La cifra es asombrosa y he llegado a ella en pocos años.
Necesito ese break del que hablaba el otro día, darle
perspectiva a mi carrera y centrarme en disfrutar de cada novela, de las
llamadas de mis amigas tras contarles una idea y que ellas la quieran volver
del revés, de discutir con ellas si un personaje debe acabar de una forma o de
otra, si sus decisiones son acertadas…
Hay tanta emoción en esos instantes que me bastan para
continuar creando. Aunque haya historias escondidas en el disco duro y otras
que no van a salir nunca a la superficie.
Mi ilusión es no dejar nunca de aporrear el teclado.
Pronto noticias…
¡Feliz día! J
0 comentarios: