¡Tenemos mucho!

7:57 Pat Casalà 5 Comments


            ¡Hola! Hoy me gustaría reflexionar sobre lo importante que es la familia para todos. Este año, después de la trágica muerte de mi cuñado, veo las cosas desde un ángulo distinto y me percato más a menudo de la suerte que tenemos de estar vivos, de tener una existencia tranquila y de tener al lado personas que nos quieren y nos acompañan.
            ¡Ayer mi padre nos dio un susto increíble! Todavía estoy un poco alterada. Iba en moto con mi madre y se dio cuenta de que se iba a desmayar. Por suerte tuvo la sangre fría de parar, poner el caballete y caerse sentado sobre un banco. Entonces se le fue la conciencia. ¡Y mi madre se desesperó!
            He de decir que siempre hay gente buena en todas partes, porque una señora de una autoescuela los ayudó, llamó a una ambulancia y consoló a mi madre. ¡No me quiero ni imaginar lo que le pasó por la cabeza en esos momentos! Por suerte todo fue una lipotimia por culpa de un desarreglo intestinal, pero los minutos de angustia no nos los saca nadie. ¡Y menos a mi madre!
            A veces nos quejamos de los problemas, los agobios diarios y las miles de cosas que nos suceden en el día a día, pero quizás deberíamos reflexionar y darle las gracias a la vida por lo que tenemos en vez de lamentarnos por lo que nos falta.
            ¡A todos nos gustaría tener más! Pero la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas, en los pequeños gestos, en apreciar lo que hay a nuestro alrededor y aprender a ser felices con lo que nos ha tocado en gracia.
            Esta sociedad de consumo nos engulle de tal manera que los árboles no nos dejan ver el bosque. Porque parece que si no tienes tal cosa no eres nada y en realidad todos somos mucho.
            Para mí la familia siempre ha sido muy importante, creo en el pilar de mantenernos unidos, de comer juntos una vez por semana, de apoyarnos los unos a los otros. Tanto en mi casa como en la de mi marido siempre hemos mantenido la tradición de vernos una vez por semana, de hablar casi a diario por teléfono y de compartir los buenos y los malos momentos.
            Estos casi ocho meses en los que nos ha acompañado el duelo hemos intentado estar siempre cerca de mi hermana, apoyarla y darle ánimos. ¡Seguro que ella ha sentido nuestra proximidad! Y eso es lo que realmente cuenta, la capacidad de la familia de formar una piña, de apoyarse, de ayudarse.
            Así que ya que desde el blog acostumbro a lanzar globos sonda, hoy lo vamos a lanzar en pro de ser capaces de levantarse de la cama con la ilusión por la vida, por estar rodeados de una familia que nos quiera por tener unos amigos que valgan la pena, un trabajo que seguro algo nos aporta y por estar vivos.
            ¡Feliz día!
             

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5 comentarios:

  1. Hola Pat! Que razón tienes. Nos pasamos los días agobiados por lo que nos parecen grandes problemas y de pronto PAM! ocurre algo realmente grave que pone las cosas en su sitio y nos hace comprender lo que realmente importa.
    Me alegro de que sólo haya sido un susto. Mi apoyo para ti y tu familia.
    Un abrazo.

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  2. Toda la razón. Tenemos la certeza de que las cosas son bonitas y nada puede romper nuestra rutina.
    Yo perdí a mi abuelo por el cáncer, un golpe para la familia y mi madre, aunque un golpe esperado. Cuatro meses después perdí a mi padre por infarto, un golpe aún más fuerte para toda la familia y para mí.
    Tiene que pasar algo así para que repares en lo que tienes y lo que puedes perder, te hace pensar en los momentos que pasa la gente junta, y lo poco que decimos cuando hablamos.
    En fin, me ha gustado mucho la entrada y espero que no se repita.
    Abrazos.

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  3. ¡Gracias José Antonio! Tal como dices suerte que todo fue un susto y ahora mi padre está en casa y bien. ¡Un beso!
    JJ, ¡qué golpes! Espero que estes del todo recuperado de los golpes y que puedas disfrutar de los buenos momentos. ¡Yo también espero que no se repita! ¡Un beso!

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  4. Pat llevo 9 meses enferma de una depre de narices, una vez me desmayé delante de los ojos de mis padres que llegaban en su coche, por suerte, llegaron a tiempo y me evitaron que me diera al suelo. Se lo que sientes, pero lo mejor es levantarse y vivir cada día, cada segundo, porque a veces por correr demasiado, nos dejamos muchas cosas importantes por el camino.
    Una mirada, una sonrisa, un te quiero.
    Animos a ti y a tu familia. Y que tu padre se cuide!

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  5. ¡Ostras Silvia! ¡Cuídate tú también! Y piensa que todo tiene solución, que tarde o temprano las cosas salen como uno espera y que siempre hay un rinconcito de luz esperándote en algún recodo del camino para alumbrar tu despertar.
    ¡Espero que te sirvan los ánimos y que mires la vida con ilusión!
    ¡Un beso, guapa!

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