Eudora...
¡Buenos días!
Estoy metida dentro de la cama, con mi humeante taza de té blanco con aroma de
vainilla en la mesilla de noche, la cortina abierta y el sol luciendo impasible
en un cielo nítido que presagia un día despejado.
Ayer fue un
día maravilloso, uno de tantos que mi memoria almacenará durante los años venideros
para recordarme cómo un simple gesto, una simple mirada, un simple paseo pueden
colmar de emociones positivas a una persona. ¡Atesoro esos instantes de felicidad!
Terminada la
primera lectura correctiva de La Baraja de esta última tanda y con la nueva
novela avanzando lenta, pero imparable, deseo escribir, sentir, proyectar
algunos retazos que aparecen en mi mente para conformar el pasado de mis
personajes y ayudarlos a crecer en la trama.
Uno de mis
pasatiempos favoritos es redactar con la imaginación pasajes no escritos en la
hoja, descubrir matices en los protagonistas de las historias que únicamente me
reservo para mí. Pero hoy quiero traspasar al blog una de esas escenas, a ver
si al darle vida también se viste de colores intensos…
¡A ver qué os
parece!
… Eudora se
levantó del sofá con un presentimiento repentino. Los copos de nieve se veían a
través de la ventana del salón, caían espesos desde un cielo grisáceo para
crear un manto blanco que dejaría la casa incomunicada durante unos días.
La chimenea
crepitaba al son de las llamas que se consumían lentamente, calentando la
estancia en penumbra e iluminando con formas fantasmagóricas el lugar donde un
día lejano Eudora terminaría su vida terrenal.
Caminó
lentamente hasta la ventana. La abultada barriga le impedía encontrar la
agilidad de antaño, pero cada vez que sentía una patada de su futura hija la
emoción era tan maravillosa que ya no le importaba dejar atrás su pasado para
adentrarse en un nuevo rumbo.
Llevaba una
semana en Villa Eudora. Era una casa agradable que le permitiría vivir como en
su niñez, en contacto con la naturaleza y alejada de la urbe de asfalto donde
sus recuerdos se fundían en un torbellino agridulce.
La visión de
la nevada le despertó una imagen extraña. Por unos momentos fue como si una
pareja de desconocidos llenaran el silencio con la lectura de un cuaderno
amarillento mientras la nieve los incomunicaba.
Eudora sacudió
la cabeza para deshacerse de sus pensamientos. Inspiró una bocanada de aire y
la soltó suavemente sobre el cristal, empañándolo. Sus dedos recorrieron el
vaho con movimientos sinuosos, como si ella no fuera la dueña de su índice.
Cuando se
apartó de la ventana sintió un escalofrío. Tres letras aparecían en mayúsculas,
encerradas dentro de un pentáculo: PAM. Eudora se estremeció. Se palpó el
vientre abultado para percibir la presencia de su hija, cerró los ojos y supo
que la niña no era la heredera.
Regresó al
sofá, se tapó con una manta y acarició su legado. Hubo un tiempo en el que
pensaba que podría desafiar al destino, que escaparía de sus designios, pero la
vida le enseñó que nadie elude lo que está escrito, que por mucho que luches tu
sino te alcanza tarde temprano…
¡Feliz día!
No os voy a decir de qué novela es… J
:-) Feliz día :-)
ResponderEliminarAdmiro tu imaginación y tu forma de traspasarla al papel (pantalla).
¡Mil gracias Pilar! BESOSSSS
EliminarPor mucho que luches, tu sino te alcanza tarde o temprano... sí, eso me suena: en Thèramon lo decimos constantemente 8)
ResponderEliminarHoy que te leo desde el ordenador puedo dejarte mi comentario, Pat, ¿o creías que iba a permitir que se marchara este año sin haber venido a dejarte mi sonrisa, mi cariño y mi agradecimiento? Que empieces 2013 con muy buen pie, y que nunca pierdas ese entusiasmo que nos sirve de inspiración a tantos. Que no dejes de escribir ni de soñar. Que no pierdas la fe ni la paciencia. Todo llega, acabas de decirlo, tu destino te alcanzará aunque no quieras, así que continúa escribiendo, pónselo fácil.
Te deseo un 2013 lleno de éxitos. Y que yo pueda seguir compartiéndolos contigo.
Gracias por todo lo que has hecho por mí este año, mi querida amiga. No te vayas muy lejos, ¿eh? 8)
¡Aquí estaré cada mañana dispuesta a otro asalto con el blog! Te deseo un feliz año nuevo y un montón de buenos momentos. ¡BESOS Y ABARAZOS!!!!
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