Propósitos de año nuevo
¡Buenos
días! Las jornadas se adelantan raudas en el calendario para acercarnos al fin
de año, un momento de reflexión. Cerca del último día de diciembre hacemos el
balance de qué nos han aportado los 365 días anteriores y elaboramos unos propósitos
más o menos realistas para iniciar enero con energías renovadas.
A mí nunca
me gustó el número 13, aunque ahora empiezo a ver que quizás este sea el año en
el que esté más entera, más enérgica, con mayor felicidad.
2012 termina
con un regusto agridulce. La verdad es que llevo un montón de años encadenando
sobresaltos. La muerte de mi cuñado, los años de paro, la muerte de mi suegro,
unos problemas intensos en el colegio de mi hijo, mi caída, la operación, el
final del negocio de mis padres… ¡Ya me toca un poco de tranquilidad!
A pesar de
todo soy feliz. Hay muchísimos momentos mágicos que recuerdo de estos últimos
años. Mi llegada a Amazon, las ventas, las personas que he conocido, el blog,
las visitas, mi familia, la cercanía de mi marido, de mis padres, de mi
hermana, de mis suegros…
La vida es
un sinfín de instantes y yo elijo quedarme con los mejores, relegando los peores al olvido.
Necesitaba
pensar con claridad, deshacerme del yugo de las esperas interminables, de la
sensación de que necesitaba una respuesta a mis preguntas para lograr que el
aire penetrara en mis pulmones y me dejara respirar. Abría el mail de
manera compulsiva, con cosquillas en el abdomen y ansiedad. Esperaba a que
sucediera, a que me llegara, a que me dijeran lo que deseaba oír.
Hace dos
meses tomé la decisión de cortar por lo sano y desligarme de algo que me ataba
al correo electrónico, a esa creencia de que valía la pena trabajar sin
descanso, mejorar, luchar, seguir capeando el temporal, esperar, esperar y
esperar.
Ese
desaliento que produce una ansiedad difícil de aplacar se fundió en la nada
tras cortar los lazos. Durante días me descubrí nadando a la deriva, sin rumbo,
desorientada y dolida, pero al final capitaneé el timón de mi vida y encontré
la senda olvidada de la escritura.
La
inspiración ha vuelto de manera sosegada, sin prisas, pero sin pausas. Ahora mi
mente se interna en el laberinto de las tramas creando unos personajes
diferentes a los otros, delineando hacia el lugar al que se encaminan,
mostrándome inflexiones de voz, sucesos, instantes. Y sé que eso es lo que
deseo, escribir, sentir, emocionarme, vivir otras vidas.
No tengo una
bola de cristal ni soy como Pamela Casas ni como Marta Noguera ni como Mick
Harris hijo. No soy capaz de adivinar el futuro, pero lo que tengo claro es que
quiero escribir y abandonar la intensidad de la promoción en las redes sociales.
Soy
escritora. Eso es lo que seré durante toda mi vida. En estos momentos soy una
escritora inédita, novel o como queráis llamarlo, pero lo mío es escribir,
crear, idear e imaginar, no parame el día enganchada al Facebook, al Twitter y
a la red. Así que he decidido volver a mis orígenes con la premisa de no ver
más allá de las novelas.
Quizás a la
luz del presente debería replantearme mis decisiones pasadas, pero solo el
tiempo puede darme la respuesta a si fue o no lo correcto. Lo maravilloso que
me aportó esa decisión es la libertad de no pasarme el día ansiando algo que no
podía llegar, saber a qué atenerme, entender dónde estoy y adónde voy.
Mis
propósitos para 2013 son: ser feliz, desmelenarme, tomarme la vida con ilusión,
estar cerca de los míos, alejarme de las redes sociales, escribir la nueva
novela y decidir qué haré con La Baraja y con Oros. Mis deseos para el resto del
mundo son: salir de la crisis, trabajo para quien lo necesite, esperanza,
felicidad y un millón de buenos momentos.
¡Feliz día! J
Creo que todos compartimos ese sentir agridulce con respecto al 2012. Ha sido un año dificil.
ResponderEliminarA mi el 13 sí me gusta, aunque sea por llevar la contraria, y estoy segura de que será bueno, al menos en lo personal.
Me alegro que afrontes el futuro con ese espíritu, seguro que tus deseos se cumplen.
Besos
¡Feliz año nuevo Lola! Seguro que 2013 será mejor que 2012... BESOSSSS
EliminarEstoy con Lola respecto al 13. No me considero supersticiosa y es un número que me gusta sin importarme si coincide en martes o viernes.
ResponderEliminarOjalá tu lista de buenos propósitos se cumpla, estoy segura de que sí. Abandona las dudas y mira hacia delante, pero si ves que te cuesta hacerlo y que esas dudas no te van a dejar mirar al futuro, ya sabes que siempre se puede dar un paso atrás y volver a intentarlo.
Besos!!
Tengo una semana larga para acabar de decidir... Creo que este tiempo extra es duro, porque me hace replantearme muchas cosas...
Eliminar¡Feliz año nuevo! ¡Y seguro que tu 2013 será mágico! ¡BESOS!
Buenoooo, ¡qué bien!... de tres, tres. Me gusta el 13 y ahora que lo dice Lola quizá sea justamente por eso, por llevar la contraria jajaja. No, es un número que me gusta y siempre me ha gustado. Viví en un treceavo piso durante 10 años. Supersticiones a mí je ;-)
ResponderEliminarMe gustan tus deseos para el 2013, tanto los que pides a nivel personal como los que pides para el resto. Ojalá se cumplan... al menos los imprescindibles ;-)
Feliz sábado.
Espero que mis deseos para 2013 se cumplan para todos y que la felicidad sea nuestro motor. ¡Espero que pases dos días inolvidables antes de entrar de lleno en el nuevo año! ¡BESOSSS!
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