Una función de escuela

7:07 Pat Casalà 2 Comments


¡Buenos días! Parece que el frío ha decido retirarse… ¡Parece mentira estos cambios tan bruscos de tiempo! Parece que el clima se sincronice con mis altibajos interiores. Ahora toca calma y sosiego…
Ayer fue la fiesta de invierno de primero de ESO en el colegio de mis hijos. Irene actuaba en una obra de teatro que ellos mismos escribieron y prepararon. ¡Me parece mentira que ya sea tan mayor! Es su primer año en este centro, es únicamente de secundaria, y cuando Àlex entró hace tres años lo veía tan lejano…
El tiempo es una entidad que no se mide, que no se siente, que se adelanta sin darte aliento. Un día te giras y descubres que ya tienes cuarenta años, muchos momentos mágicos, una familia y una estabilidad. Pero si te paras a pensar parece que fuera ayer cuando eras un adolescente con muchísimas cosas por hacer en la vida.
De las cuatro obras de teatro que nos prepararon los alumnos he de decir que me llamó la atención las múltiples referencias a la tercera edad, al colesterol, a la subida del IVA, al euro por receta… Los chicos están concienciados con los problemas sociales, con el envejecimiento de la población, con los desajustes de salud que sufre nuestra sociedad.
Me gustan muchas cosas de este colegio, por eso lo elegí. La fiesta de ayer es una cena-espectáculo. Hay cuatro obras de teatro, cuatro bailes, una proyección de vídeo y un concierto de la coral de la escuela. En los entreactos los mismos alumnos de primero se dedican a servir la comida, a recoger los platos sucios y a ordenarlo todo en la cocina. También tienen un servicio de guardarropía gratis que ellos mismos gestionan. Y al final, cuando los padres nos levantamos, los chicos, dirigidos por los profesores, desmontan las mesas, tiran la basura, arreglan la cocina… ¡Eso es lo que falta hoy en día! ¡Valores!
A ver si hoy el día es maravilloso para todos… ¡Me voy al trabajo que llego tarde! ¡Un beso! J

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