¡Una Navidad diferente!
¡Buenos días!
Tras unas jornadas de descanso, fiestas, comidas y familia ayer me fui a
trabajar de 8 a 18 sin pararme ni a comer… ¡Qué bien que ahora ya estoy oficialmente
de vacaciones hasta el lunes 7!
Este año hemos
celebrado una Navidad diferente. Como mi familia es de tamaño reducido y solo éramos
siete personas decidimos irnos a la montaña a pasar cuatro días, guardándole el
de San Esteban a la familia de mi marido.
Llegamos a Estavar
el viernes por la tarde cargados con los regalos, la comida y nuestras
ilusiones. Para evitar que mis hijos adivinaran las sorpresas antes de tiempo
las escondimos en un baúl de piel que nos regaló mi suegra con un lote
maravilloso.
La casa
estaba helada, como de costumbre al llegar, pero no era insoportable como otras
veces. Mi marido y los niños decidieron irse a tomar algo al pueblo para no
quedarse como un cubito de hielo en casa y yo me tomé un yogurt desnatado y me
metí entre las sábanas, acompañada de dos bolsas de agua calentitas. ¡Qué bien
se estaba!
Al día
siguiente toqué diana muy pronto. ¡Nos íbamos a esquiar! No os engañaré
diciendo que el miedo a hacerme daño otra vez no me cruzó por la cabeza. ¡Estaba
aterrada! Pero soy de las que piensan que se deben encarar los retos por muy
difíciles que parezcan de inicio. Así que me levanté a las siete en punto,
preparé el desayuno para los cuatro, los levanté y nos fuimos directos a
Andorra, a pasar un día entero en la nieve.
Las primeras
bajadas me costaron. Tenía miedo, incluso temblaba. Mi rodilla todavía no está
perfecta y la notaba, pero a medida que esquiaba me sentía más segura de mí
misma. A media mañana ya sonreía contentísima de estar de nuevo deslizándome
sobre la nieve.
Esquiamos dos
días porque el estado de las pistas no era óptimo. El calor inusual en esta época
del año hizo estragos en la nieve y a partir de las doce era una pasta
peligrosa. El segundo mi hermana se animó a acompañarnos. ¡Me hizo tanta ilusión
esta salida en familia!
Decoré la
casa con un pequeño árbol de Navidad de luces, guirnaldas blancas en las
escaleras, un Papá Noel en cada cuadro y velas rojas.
En Nochebuena
preparamos la mesa en medio del salón para caber los siete. ¡Mirad qué bonita
quedó! Y nos rendimos al ágape preparado por mi marido y yo: quesos surtidos
(de trufa, de Mascarpone con Gorgonzola, de cabra...), foie, langostinos,
vieiras, almejas, navajas, olivada… ¡Mmmmmm!
¡Y sí! Me
salté el régimen el 24 y el 25, aunque tuve unos dolores de barriga increíbles.
¡Y por suerte no engordé ni un gramo!
Después de
cenar dimos los regalos. Fue emocionante ver cómo abríamos los regalos, cómo
descubríamos las sorpresas. ¡Mi Papá Noel fue increíble! ¡Con maravillosos
regalos!
Y el día de
Navidad lo pasamos caminando por Llívia mientras mi madre preparaba su famoso
caldo. ¡Está buenísimo! Preparamos la misma mesa, cantamos villancicos,
explicamos algunos chistes, charlamos durante horas y reímos muchísimo. ¡Fueron
unos días inolvidables!
¿Cómo fue
vuestra Navidad? ¡Contadme cosas!
¡Feliz día! J
Feliz día :-)
ResponderEliminarMe alegra que la navidad haya sido tan agradable.
Echo de menos esquiar, pero también andar en bici... aunque creo que ya no podría, mi cuerpo se ha hecho vago... he cambiado todo eso por la playa, que tampoco está mal ;-)
Mi Navidad fue regular ya que este año no pude compartirla con mi hija, mi yerno y mi nieto. Mi yerno trabajaba.
En nochevieja va a ser más de lo mismo...
Pero le buscamos el lado positivo y es que, al menos durante estas dos semanas, tiene trabajo.
¡Muy buenos días Pilar! Me alegro de que encontraras la parte positiva a la ausencia de tu familia en Navidad. ¡Seguro que después conseguiréis vivir unos días familiares alejados de angustias!
Eliminar¡Te deseo lo mejor para 2013!
¡MUCHOS BESOS!