Día de lluvia
¡Buenos
días! El tiempo está loco, tan pronto
sale el sol y el calor se hace insoportable como unas nubes grises amenazan con
derrumbarse sobre el asfalto…
Hay
días en los que te vas a dormir con la sensación de que la jornada no ha sido
productiva, a pesar de trabajar trece horas seguidas y de poner tu empeño en
avanzar.
Suerte
que al día siguiente encuentro la manera de reorganizar mi cabeza y de dejar
los problemas donde deben estar.
Estos
últimos meses de terapia zen, de tranquilidad, de tomarme las cosas de otra
manera y aparcar las esperas infructuosas que terminaban en angustia y dolor he
aprendido a sopesar los pros y los contras de cada situación y a darle su justa
importancia.
Al
terminar una novela me cuesta un mundo desembarazarme de la sensación de
euforia que me produce escribirla. Es una atadura a los personajes, a las
tramas, a las emociones que dirigen la historia. Durante unos meses vivo
inmersa en esa realidad paralela y al poner el punto y final siento que debe
venir algo más grande.
Ayer
me pasé el día diciéndome a mí misma que no hay nada más maravilloso que vivir
las aventuras de mis personajes y que debía olvidarme del futuro que le espera
a LME. Al fin me convencí, me relajé y empecé la primera corrección, la de
fallos de incoherencia.
Mi
manera de escribir, sin esquemas previos ni fichas de personajes, propicia esos
errores. A veces el apellido de un personaje va cambiando a lo largo de la
novela y al final necesito esa primera lectura, con la historia completa en mi
cabeza, para modificar esos detalles.
Cuando
empecé a escribir necesitaba llevar una libreta al lado donde anotaba algunas
características físicas de los protagonistas, junto con datos relevantes de
fechas, momentos… Ahora soy más rápida escribiendo y no lo necesito.
Mi
cabeza está enredada en lo que he leído hasta ahora, hay algunos cabos sueltos
que ya he decidido cómo voy a solucionar, algunos apellidos mal puestos,
algunos datos incoherentes… ¡A veces me despierto en mitad de la noche con el
reconocimiento de algo que no cuadra!
Me
voy a trabajar…
¡Buenos
días! J
Nastardes... ¿sin esquemas ni fichas ni anotaciones? ¿Llevas todo eso en la cabeza y vas escribiendo?
ResponderEliminarEres una caja de sorpresas :-)
Jajajajajaja, te contesto en el post de hoy... :-)
Eliminar:-) Gracias.
Eliminar¡Increíble!
Tu cabeza (cerebro) es un disco duro de una unidad aún no inventada, los terabytes se te han quedado cortos jajajaja.
Besos