Grrrrrrrrrrrrrrrr

7:07 Pat Casalà 4 Comments

¡Buenos días! Hoy el día se ha despertado como yo, gris y nublado… Parece mentira cómo el Cosmos puede jugar de esta manera con los sentimientos y estropear un día tan precioso como el de ayer.

Estoy enfadada, sin muchas ganas de ir a trabajar y con mil cosas en la cabeza. ¡Qué tarde más horrible tuve ayer! Encima hoy tengo un montón de cosas que hacer para cuadrar unos números y no tengo ganas, la verdad.

Mi manera de ver el trabajo es sentirlo muy cerca, me tomo las responsabilidades muy a pecho… ¡Craso error! Ayer me enfrenté a un problema del que no tenía la culpa, pero me explotó a mí. ¡Y no es justo!

Uffffffffff, creo que voy a cerrar los ojos y a imaginarme en mi pastelería de cuento de hadas, canturreando en la trastienda mientras monto un pastel de los Pitufos. ¡Qué bonito!

Este fin de semana se presenta genial para olvidarme de los malos ratos y centrarme en terminar la primera corrección de LME. ¡Espero desenfadarme muy pronto! Aunque cuando llegue a la oficina voy a respirar hondo para espantar el mal rollo.

Y es que últimamente me encuentro demasiadas veces soñando con abandonarlo todo y perderme en un mundo sin tantas obligaciones…

Cuando me entrego a un trabajo le cedo demasiado espacio en mi alma y eso no debería ser así. Debo aprender a mirar las cosas desde la perspectiva correcta y trabajar de otra manera, sin sentir esa responsabilidad abrumadora que muchas veces se vuelve contra mí.

Esta mañana me he despertado más decidida que nunca a dar un giro de noventa grados a mi vida, a pensar en un futuro distinto al que ahora se pinta ante mí, a luchar por encontrar una manera de cumplir un pedacito de mis sueños, por entender que el trabajo no es más que eso, un trabajo y nada más.

A ver si esta mañana sale el sol y la vida me regala una sonrisa. ¡Suerte que es viernes y a las tres se termina la jornada laboral!

¡Feliz día! J