The end, se acabó, punto y final
¡Buenos
días! Lunes otra vez… En ocasiones la rutina tiene un punto de agobio, aunque
si he de ser sincera no sabría vivir sin ella. Es maravilloso saber que te
espera un trabajo y que vas a cobrar a final de mes, aunque sea poco, ¿no creéis?
The
end, se acabó, punto y final… Cuando llega el momento de terminar una novela
tengo un sinfín de sentimientos encontrados: alegría, tristeza, emoción, melancolía…
¡Es como si me subiera a un tiovivo y fuera rotando cada vez más rápido entre
un lado y otro!
Durante
un tiempo las peripecias de mis personajes ocupan mi cerebro durante horas, los
siento cercanos, casi como de la familia, e interactúo con ellos, metiéndome en
su piel, emocionándome con ellos, sufriendo sus desventuras y disfrutando sus
triunfos.
Es
una sensación agridulce. Sé que la historia se ha acabado, que mis
protagonistas han llegado a su destino, que sus vidas continúan en mis mundos
paralelos, incluso hay veces en las que les pinto un futuro en mi cerebro,
igual que hago cuando termino un libro o una película que me ha encantado.
Es
difícil desligarse de personas que te han llevado a vivir una aventura lejos de
tu casa… De acuerdo, yo soy de las escribe rápido y quizás si convives con los
personajes unos meses hay menos tiempo de quererlos, pero escribir rápido no
significa para nada que sea menos intenso.
Hace
días que sabía que LME estaba en su recta final, de hecho quería terminarla
antes, pero no podía dejar tantos cabos sueltos… Ya entonces me daba pena poner
el punto y final…
En
estadísticas la novela ha acabado así: 175 folios, 93.647 palabras, 438.971
caracteres sin espacios, 530.705 caracteres con espacios, 2.196 párrafos y
7.370 líneas en dos meses y medio. ¡Jolín!
Me
propuse escribir esta novela despacio, llegar al verano con pocos fletes para
finiquitar, guardarme esos días tranquilos para la corrección… Pero mi mente va
por libre, estaba empeñada en avanzar a una velocidad de vértigo, era como si
las palabras surgieran solas, sin momentos de quedarme en blanco, sin días de
angustia frente al papel. El torrente de ideas y aventuras que me ha apresado
durante estos dos meses y medio me han hecho vibrar, ¡hacía tiempo que no
vibraba con la escritura!
Antes
quería terminar para entregarle la novela cuanto antes a mi agente, para que la
colocara, para que la vendiera. Esta vez he avanzado para mí, porque quería
caminar al lado de mis personajes, porque cuando llegaba a casa reventada después
de horas de intenso trabajo lo único que deseaba era perderme en mis mundos
paralelos.
Ahora
mi cabeza ya teje la nueva historia…
¡Feliz
día! J
:-) Muchas felicidades.
ResponderEliminarFELIZ día y FELIZ semana.
CARPE DIEM
¡Un beso Pilar! :-)
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