¡He dicho que sí!

7:07 Pat Casalà 9 Comments

¡Buenos días! ¡Estoy feliz como una perdiz! Jajajajajajaja, a saber por qué se utiliza esta expresión… Hace sol, no parece que el frío apriete demasiado y la vida es maravillosa.

¡He dicho que sí!

Tantos años de espera infructuosa, de angustia, de anhelos, esperanzas y expectativas derrumbadas acabaron por desestabilizarme. He actuado como una autentica idiota, de esas de soyidiota.com de las que hablaba cuando abrí el blog. ¿Recordáis?

No sé qué me depara el futuro, no soy Marta Noguera, pero sí tengo claro qué me hace feliz y qué me angustia. Cuando me levanto por la mañana y desayuno en silencio en la cocina mi cabeza vuela al lado de mis protagonistas, les crea ideas, historias, momentos…

Quiero escribir, adoro escribir, necesito pasarme una hora de mi día contando lo que mi mente hiperactiva crea durante la jornada, deseo vivir dentro de mis personajes, expresarme a través de sus actos, sus sentimientos, sus palabras...

He tardado diez años en encontrar un estilo donde las emociones formen parte de la trama, para entender que es más importante sentir que actuar y para crear una novela donde la parte interna de mis personajes sea importante.

Recuerdo con nostalgia momentos álgidos para mí, como cuando la agencia Antonia Kerrigan me envió el contrato de representación hace tres años y medio, después de cuatro de espera, aquel día mi marido me regaló un reloj para celebrarlo. Pero he de reconocer que aquellas emociones eran ilógicas, el tiempo ha demostrado que mi camino no era tan brillante como yo soñaba, que aquel éxito que me hizo llorar durante horas no era más que un peldaño minúsculo en la escalera hacia mis sueños.

Ahora tengo ganas de reír, de llorar, de gritar a los cuatro vientos que he dicho que sí, que mi vida da un pequeño giro hacia un lugar maravilloso, que voy a ver El Secreto de las Cuartetas en papel en febrero de 2015 y lo voy a disfrutar muchísimo.

Nunca he sido una persona a la que le cueste decidirse, pero estos últimos meses he dudado demasiado. ¡Debía seguir la estela de mis emociones! Me daba miedo crear nuevas expectativas que se derrumbaran asolando las bases y los cimientos de mis ilusiones, pensar que valía la pena creer en mis escritos, sentir que volvía a iniciar la senda de la obsesión por publicar. Y no vi lo grande que es lo que me ofrecía Javisa, una editorial que quiere confiar en mi trabajo, aunque sea con una tirada pequeña y de aquí dos años. ¡Es una gran propuesta para empezar!

¡Y les he dicho que sí!

¡Feliz día! J