¡Cuánta reflexión!

9:09 Pat Casalà 2 Comments


            ¡Buenos días! Hoy me he levantado con ganas de unirme al grupo de personas que han hablado acerca del mundo editorial en sus blogs. Tras leer sus impresiones y reflexiones me he pasado toda la noche dándole vueltas al asunto y decidiéndome a hablar sin la capa de optimismo que siempre llevo puesta y sin las gafas de colores que me ayudan a ver la vida desde un prisma de ilusión.
            Ayer el día se inició con la lectura del post de Blanca Miosi (enlace) en el que la autora habla sin embudos acerca del mundo editorial, de Amazon y de los agentes literarios. Y sí, sus palabras dan qué pensar. Aunque duela a veces se debe admitir que una realidad puede ser ficticia y que hay instantes en tu vida que debes replantearte las cosas.
            A media mañana mi querida amiga María Martínez actualizó sus blog con sus propias reflexiones acerca de la situación (enlace). Ella siente, piensa y vive como yo. Cuando la conocí y empezamos a hablar me pareció increíble que existiera alguien tan parecido a mí. Cuando ella describe la situación es como si me viera reflejada en un espejo, como si sus párrafos fueran capaces de transmitir mis propios pensamientos, como si tuviéramos una antena que nos conecta.
            Luego acabé leyendo un artículo que alguien compartió en Facebook en el que se analiza el mundo editorial en la actualidad y se presenta un panorama muy desalentador en el futuro (enlace).
            Las preguntas se unieron a la destemplanza. Me quedé absorta mirando la pantalla unos minutos, sin reaccionar. ¿Acaso he sido una idiota idealista todos estos años? Pues muy posiblemente la respuesta es un sí categórico y rotundo. Siempre he pecado de ingenua y crédula, mi capacidad para dar segundas, terceras y cuartas oportunidades es mayor a medida que avanzan los años y me cuesta mucho tirar la toalla o pensar mal de los demás.
            Pero vamos a diseccionar un poquito la realidad, esa que me he negado a mirar a la cara durante años y que ahora me parece clara y concisa. He vivido estos seis años pendiente del mail, del teléfono, de las noticias perdidas, de la falta de respuesta a algunos correos y de la ilusión que me producía recibir contestación a algunos pocos. Y sí, he aprendido a enviar mails con la sensación incómoda de no saber si contaría con unas palabras que me aclararan mis dudas, a insistir sin expresar la realidad de mis pensamientos, a interpretar los silencios, a buscar explicación a todo y a no desfallecer. Sin embargo ahora no sé si ha sido la posición correcta, si he hecho bien quedándome quieta, esperando, cumpliendo con lo que se me pedía, soñando, idealizando algo que nunca ha estado ahí.
              También han existido momentos álgidos, instantes en los que gracias a unas palabras los castillos efímeros de mis expectativas se levantaban en un espacio ancho y perfectos. Comidas, conversaciones, anhelos, inspiración, esperanzas... ¡Y buenas vibraciones!
            Cualquier relación se nutre de la interrelación entre dos personas, se necesita un poco de empatía personal para establecer las bases de confianza necesarias para edificar un sólido muro que fructifique hasta convertirse en un edificio capaz de capear los temporales. A la vista de las reflexiones de Blanca y de mi propia experiencia me doy cuenta de que ese edificio sólo tiene un lado erigido y el otro es aire.
            No me gusta mirar atrás y plantearme qué hubiera pasado si mi actuación hubiera sido distinta, soy de las que mira hacia delante y se plantea qué va a pasar mañana. ¡El pasado no se puede cambiar! ¡Pero el futuro depende de nosotros!
            He hablado con muchas personas últimamente, he dado pasos nuevos e insólitos, he empezado una campaña intensa de marketing para conseguir que El Secreto de las Cuartetas se lea y le he dado la vuelta a muchos sentimientos. Ahora debo buscar la manera de ver hacia dónde voy y con quién lo hago.
            Quizás el mundo editorial está cambiando, quizás he sido una idiota creyendo en algo absurdo, quizás he vivido mis sueños de manera equivocada, o quizás no, ¡qué más da! La fuerza para seguir luchando reside en mi interior, la idea de ver mis libros en la estantería del FNAC sigue viva y el deseo de no cesar nunca esta batalla arde intensamente en mi interior.
            ¡La vida sigue! ¡Y en nosotros está la capacidad de adaptarla a lo que deseamos! Como dice Bea: ama y cree.
            ¡Feliz día!

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2 comentarios:

  1. Bravo, Pat! creo que has empezado dando un paso en la dirección correcta. Es lo mejor que podías hacer, si funciona bien tu novela en Amazon, podrá interesar a alguna editorial, y si no, pues al menos podrás decir que hiciste el intento. Lo peor es quedarse de brazos cruzados contando con que alguien venga en tu auxilio. Pero de lo que sí dispondrás es de un mercado abierto al que hemos tenido que enfrentarnos todos los que estamos allí y es un mundo de posibilidades, de lectores de todos los rincones del mundo que ahora tienen la posibilidad de leer tu novela.

    Te deseo un futuro mejor que el pasado que ya no vale la pena recordar!
    Besos,
    Blanca

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    1. Blanca, seguro que el futuro es positivo, aunque he de reconocer que todavía me da vértigo el salto que he dado. ¡Qué difícil es llegar a los lectores! Es tan admirable el trabajo que habéis hecho todos los que os mantenéis en el Top 100 de España y de USA... Pero no me voy a desanimar, voy a poner toda la carne en el asador y voy a intentar promocionar la novela lo mejor que pueda. ¡Siempre he deseado que se lea!!!
      ¡Gracias por todo tu apoyo Blanca!!! ¡Y mucha suerte en toda tu carrera literaria!!!
      BESOSSSSS

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