Siempre hay luz

9:59 Pat Casalà 2 Comments


¡Buenos días! Mi cuenta atrás personal lleva activada varios días. Es una sensación agridulce, de esas en las que no quiero ahondar, prefiero esperar a que suceda y no agobiarme pensando en el después.
Porque hay instantes en los que me invade la ansiedad al internarme en la realidad que me espera tras el verano, pero la combato con la necesidad de dejar todos los asuntos lo mejor posible, de luchar por no venirme abajo, por no dejarme vencer por la tristeza.
A veces las cosas no salen como esperas. Pero la única solución es levantarse y continuar caminando, sonriendo, avanzando hacia donde sea. Porque nunca sabemos cuál es el destino que nos espera detrás de una encrucijada ni podemos pasarnos la vida angustiados por lo que no es.


He vuelto a escribir, a leer, a creer.
Todavía me queda un largo recorrido hasta la paz total, pero la vida continúa con su ritmo, atrapándome, sumergiéndome en esa necesidad de dejar salir mis sentimientos en los folios del Word y sintiéndome tentada a soñar en grande. Aunque solo consiga abarcar lo pequeño.
Sigo con una trilogía intensa para mí. Creo que la comunión entre mis emociones disparadas y la historia consigue llenar la trama de intensidad.


Sé qué quiero transmitir, qué quiero escribir y conozco demasiado mi necesidad de vestir las palabras con emociones casi táctiles. Porque tras leer muchísimo estos últimos años he entendido mi ávida necesidad de descubrir cómo los sentimientos de los personajes de mis lecturas consiguen traspasar la barrera del libro para internarse en mi cuerpo y hacerlo vibrar, sentir, estremecerse, llorar, reír.
No tengo ni idea de cómo acabaré ni cuál será mi próximo destino laboral. Tampoco sé si algún día leeréis mis últimas novelas ni si gustarán ni si voy a llorar de tristeza al descubrir que no os han llegado al alma.


Solo sé que quiero entusiasmarme con un nuevo proyecto laboral sin dejar de aporrear las teclas en los momentos libres, dándole vida a mis mundos paralelos, dejando fluir las emociones que me embargan, intentando darle una intensidad parecida a las tormentas sentimentales que arrecian en mi interior.
Quizás el futuro se llene de ilusiones y nuevas publicaciones o simplemente me deje como hasta ahora, en suspenso, sin acabar de decidirme a volver a firmar un contrato porque necesito respirar, espacio y tiempo.
La buena noticia es que incluso los malos momentos consiguen mitigarse y siempre hay una luz al final del camino.
¡Feliz día! J  

You Might Also Like

2 comentarios: