Carta a una amiga imaginaria
Buenos,
calurosos y alegres días para todos. Mañana voy a seguir con Svet, pero ahora
me gustaría dejar una carta imaginaria que me ha salido así sin más, como quien
no quiere la cosa. Y
a mí me gusta mucho escribir y hacer pruebas y buscar la manera de dejar en el
blog cualquier atisbo de mi escritura que asome por los recovecos de mis dedos
ansiosos de cruzar el teclado.
Hoy
creo que me he despertado algo poética, como hechizada por el poder de las
palabras y los sentimientos, como si entre ambas se creara una simbiosis perfecta
que proyectara de manera fidedigna las emociones calladas que arrasan mi interior
y se convierten en pequeños volcanes que entran en erupción cuando inicio la escritura
y permito que las manos no cejen en el empeño de aporrear el teclado con
precisión, rapidez e ímpetu.
Porque
si algo me dicen normalmente es que mi manera de escribir, de machacar las
teclas para imprimir en le pantalla mis ideas, pensamientos o sensaciones es briosa,
fuerte, enérgica. Parece como si el ruido de las teclas a toda potencia, su frenesí
a la hora de bombear el silencio, me ayudara a sentir la energía que fluye de mis
entrañas para llenar de sentido las letras que aporrean mis dedos.
Así
que leed una carta inventada, una llena de sentimientos, una idea que me ha
deambulado por la cabeza esta mañana temprano y que he querido compartir con
los lectores que en algún momento aterrizan en el blog con ganas de leer algo
nuevo.
¡Mañana
seguiremos con los desvelos de Svet!
Querida amiga,
Durante muchos años he
perseguido un sueño imposible alentada por tus palabras serenas y entusiastas,
por el falso espejismo que me proporcionaba la seguridad de haber encontrado una
persona que parecía realmente interesada en algo que consumía mis días, por el
cobijo que me proveía estar dentro de algo grande e inconmensurable, de algo
parecido a un paraíso soñado.
Me armé con un
parapeto donde rebotaban los escritos acerca de fracasos en casos parecidos y
las palabras sabias de amigos, conocidos y familiares, apartando de mi cerebro
todo aquello que me llevara a procesar una realidad que no quería ni ver ni
asumir, porque seguía inclinada a imaginar la consecución de todo de una mano
amiga, con tesón, lucha y amistad.
He perdido el
romanticismo y la ingenuidad, madurando a base de golpes y trasiegos, de contestaciones
perdidas en el ciberespacio de la nada y de frustraciones enredadas en una
interminable espera. En medio del maremoto que asola mis pensamientos, asida a
una isla de cordura, con un salvavidas que me ayuda a flotar a la deriva,
empiezo a escuchar los datos que se habían diluido entre esperanzas e ilusiones
que ahora me parecen vacuas e incoloras.
La búsqueda de una
bifurcación en el camino es quizás la última salida, pero nada puede vapulear
ahora el oasis de paz que ha invadido el desierto de mis sentidos, un oasis
lleno de vitalidad, alegría y certeza, de realidades absolutas que mi cabeza va
procesando con tranquilidad y va colocando en su sitio para delinear una
secuencia clara y recta del escenario en el que me encuentro.
Quizás, y sólo digo
quizás, el tiempo asiente todo en su lugar….
¡Pasad
un gran día!!!!
Pat! He leido y releido la carta. Refleja bastante frustración ¿Está dirigida a quien yo creo? ¿Y por qué ahora? ¿Desánimo por la falta de noticias y desilusión con esa persona?
ResponderEliminarUff, temas delicados que a lo mejor no me incumben...
Ánimo!!
¿Me he despertado un tanto melancólica! Pero quizás de que más adolezco es de estar un tanto cansada de esperar y crear expectativas a expensas de palabras un tanto huecas. ¡Pero no sufras! Ya dije ayer que necesitaba espacio para tomar decisiones y que estoy empezando a hacerlo sin dolor ni frustración. ¡Luego te mando un mail! ¡Que he acabado el libro y me ha gustado mucho! Pero ahora no voy a car detalles por si alguien se anima a leerlo. ¡No quiero desvelar el misterio!
ResponderEliminar¡Pasa un buen día!!!!!
Pat, hoy voy a romper mi promesa de comentar en blogs (tuve que tomarla porque no tenía tiempo de comentar a tantas personas queridas y así no fallo a nadie).
ResponderEliminarNo sé si es que ha pasado algo con ella o simplemente es esa melancolía que a veces nos visita, la que te ha hecho escribir esa carta. Ya tienes tus prioridades, una meta real que te puede aportar muchas cosas buenas, piensa en eso, que el tiempo ya se encargará de lo demás.
Contigo a veces, tengo la sensación de estar frente a un espejo.
¡Un millón de besos, mi niña!!!
No hay nada nuevo María, sólo una noche de insomnio y una mañana un tanto melancólica, ¡pero ahora me voy a bailar y se me pasa todo!!!! Y sí, si nos miráramos a un espejo seguro que nos encontraríamos. ¡Un beso guapa! ¡Y feliz inspiración!!!!
ResponderEliminarComo siempre has conseguido una entrada fabulosa, pat. No sé qué se esconde tras ella, pero creo que puedo decirte que no te preocupes por nada porque todo tiene un cauce establecido y, como bien dice María, tu meta es tan real como esos sentimientos que pones sobre el papel (o sobre el blog, en este caso).
ResponderEliminarYa lo dije una vez, no me acuerdo si en tu blog o en otro de mis tesoros ciberneticos, pero lo importante no es dónde vamos a llegar, sino cómo llegaremos. Te gusta escribir (eso se ve a la legua) y lo haces bien, ahora disfruta de ese camino que has elegido, ignora las críticas malintencionadas y recibe con alegría las bienintencionadas.
Disfruta y sigue haciéndonos disfrutar.
Un besazo, guapa.
¡Ahora me voy y ya no podré contestar más comentarios hasta mañana!!!!! ¡Gracias Tamara!!!!!! ¡Tú sí que eres un sol!
ResponderEliminarY ahora....a bailar. ¡Yupie!!!!!!
¡Un beso!