¡Enviada!
¡Hola! Hoy me había propuesto
explicar un montón de cosas, pero tengo tantas cosas en la cabeza que no puedo hablar más que de una, así que repasaremos un poquito la trama y escribiré sobre mis desvelos de hoy.
En
principio vamos a dejar a Svet en el hotel con Eduardo, recordando los pies de
su hermana saliendo indemnes de la casa en llamas y sabiendo que ella estaba
viva. Pero en el próximo capítulo que la veamos os descubriré algo que no sabéis.
O
sea que ahora nos tocaría hablar un poco de Sara e Ignacio huyendo en el autobús
con el acoso de la mirada de Vladymir. ¿OK? Ellos son parte de la clave de la
trama y Sara nuestra protagonista.
Ayer
por la noche a última hora envié la revisión de La Baraja. Es la tercera
que le mando, así que tal como dice el dicho espero que a la tercera vaya la vencida. Ahora me
toca esperar un mes para conocer la opinión de mi agente. ¡Espero y deseo que
esta vez haya hecho un buen trabajo! Y hasta mediados de octubre espero y deseo
no agobiarme con el paso del tiempo. ¡Si me desvío de este objetivo os conmino
a darme un toque! ¿OK?
He
trabajado muchísimo esta novela, aunque el hecho de haber escrito el primer
borrador en tres meses pudo “estresarla” en un primer momento. Creo que la
historia está muy bien, tiene muchas subtramas interesantes además de la principal. Y quizás
haberle dado tantas vueltas con un tiempo de maduración ha logrado mejorarla de
verdad. ¡O como mínimo eso espero!
Grrrrr.
¡Qué difícil es entregar las correcciones! Siempre te queda el regusto amargo
de que no esté a la altura, de que no lo sepas hacer, de que todo tu esfuerzo
no llegue al nivel requerido. ¡Y más después de la última conversación! ¡Y los
ochenta libros que no pude leer! ¡Y el saber que me quedaba mucho por aprender!
¡Y que a pesar de todos los años de dedicación, aprendizaje y esfuerzo todavía
tenía que picar mucha piedra para lograr un buen material!
Es
una sensación contradictoria la que experimento. Por un lado estoy orgullosa de
mi trabajo, de las horas dedicadas y del resultado, pero por el otro me pesa
mucho la posibilidad de no alcanzar esa perfección que se me pidió. Claro, no
he acabado con la tarea de leer los libros que a mí no me gustan y se me hacen
pesados, pero he leído otros y he corregido rápido, como suelo hacerlo, aunque
lo he hecho con tranquilidad y sin obsesionarme, pero no sé si ha sido
demasiado rápido, aunque he encontrado muchas cosas y lo he hecho con sumo
cuidado,….
¡Bueno!
¡Paro ya de darle vueltas! Lo que tenga que ser, será. Y si las cosas no salen
bien, pues siempre habrá otra puerta a la que llamar u otra corrección que
aplicar u otro medio al que acudir, ¿no?
Ufffffff.
¿Alguien puede conseguirme el interruptor para apagar los pensamientos? Es que
creo que la cabeza me va a estallar. ¡Y eso que os he dicho que me iba a
relajar!
¡Feliz
lunes!
Hola Pat!! Cruzo los dedos para que sea la vencida, te den el OK y la novela inicie su periplo por el mundo editorial. Desde luego por falta de dedicación no será.
ResponderEliminarMe gustaría leer la famosa Baraja. Tanto oír hablar de ella ha despertado mi curiosidad. Pero sólo si tu quieres, cada autor tiene sus manias y a algunos no les gusta pasar sus escritos...
Saludos!!
Hola!!!! ¡Enviado mail!!! ¡Ya me contarás qué te parece! Piensa que no estás obligado a acabarla y que estoy total y absolutamente abierta a las críticas. ¡Y gracias por cruzar los dedos!!!!!!
ResponderEliminar¡Saludos!!!!!!!
Pat!! A mi 'La Baraja' me gustaba mucho sin retocar, asi que imagino que retocada tiene que ser la leche! Enhorabuena por conseguir retocarla en tres meses, sin demasiado estres !M
ResponderEliminar¡Hola!!!! Me has de enviar un mail con un resumen del finde!!! ¡No sabes cómo te echo de menos cada mañana! Cada vez que veo el lab me entra la nostalgia.... ¡Gracias por tus comentarios!!!!
ResponderEliminar¡Un beso para el país del queso!!! Jajajajaja