¡Ups! ¡Un mal día lo tiene cualquiera!
¡Quizás
necesite ese globo sonda de optimismo para mí! Ayer pasé un mal día, la verdad,
uno de aquellos en los que me planteo si no debería tirar la toalla y abandonar
la escritura para siempre. Incluso pensé que tenía una buena historia para
aquella famosa Web que pedí; “soyidiota.com”. ¡Es que a quién se le ocurre
dejarlo casi todo para seguir un sueño imposible! ¿Por qué no seguí estudiando
sobre mi trabajo remunerado y sucumbí al deseo irrefrenable de perseguir un
espejismo?
Como
no soy una mujer de grises, se me da muy mal eso de hacer las cosas a medias,
me cuesta un mundo encajar las horas para escribir en mi horario y cuando tengo
un día como el de ayer, en el que las palabras se me atragantan y por mucho que
me enfrente al folio se queda en blanco, me da un pálpito de que estoy agotada
de esperar y de ilusionarme.
Y
claro, a mi cabecita le da por darle vueltas a todas las situaciones y por
darse cuenta de que hay unas altas posibilidades de que todo el esfuerzo se
quede en el limbo del olvido. Tras tantos años de intenso aprendizaje se me han
desgastado las fuerzas para conservar las esperanzas, y eso me hace estar
preparada para acatar las palabras que seguro se me dirán pronto.
¡Pero
basta de lamentaciones! Si se cumplen las perspectivas y tengo una respuesta el
día que toca, si esa respuesta no es la que espero y eso acaba por desgastar
del todo la situación, voy a buscar la manera de empezar de cero otra vez y
prometo vencer esa desidia que me atrapa cuando intento recuperar la inspiración
perdida y retomar Oros.
Muchas
veces sucumbo a la visión romántica que tenía de pequeña de este mundo. Recuerdo
que vestía la publicación con toques de imaginación, sentía la fuerza
arrolladora de los libros colocados en las estanterías, como si me llamaran a
gritos para formar parte de ellos, como si el hecho de verlos allí quietos
después de leerlos, surcando los días con su porte altivo y regio, encarando el
paso de los años con su inalterable contenido me indicaran a gritos que los míos
debían acabar de llenar los huecos y despertar las ilusiones de los demás.
Claro
que llega el día en el que se te cae la venda de los ojos y descubres el largo periplo
que esconde tu sueño. Y al principio lo recorrí con ilusión y angustia, pegada
al teléfono todos los minutos de mi vida, enganchada al Outlook, asida a la
esperanza de que las palabras mágicas serían pronunciadas. Y de ahí a una
obsesión que eclipsó mi capacidad de ser feliz.
Ahora
que he entendido que nada es como yo lo esperaba y que, a pesar de haberme
relajado y decidido a no agobiarme más, lo único que he hecho todos estos años
es seguir la estala de mis deseos, luchar con uñas y dientes y encarar todos
los retos del camino con fuerza e ilusión, sólo me queda volver a encontrar la
luz que guiaba mis dedos en el teclado y vencer la apatía que me envuelve
cuando abro el ordenador para seguir con Oros. ¡Quizá lo consiga!
¡Escribirlo
aquí es una terapia genial! ¡Ya se me ha pasado el mal rollo! Es que darle
sentido a mis emociones a través de las palabras es una manera de quitarme un
peso de encima y de rebajar su intensidad. ¡Así que pilas recargadas! ¡Y muchos
ánimos para mí! ¡A ver si cuando hoy enciendo el ordenador me sale alguna frase
digna de ser escrita!
¡Pasad
un buen día!
tirar la tovallola?
ResponderEliminaraixò mai pat :)
Pat, sé perfectamente cómo te sientes...creo que es la impaciencia del escritor, que para estar tanto tiempo sentados y escribiendo somos, realmente, unos culos inquietos. Sólo puedo decirte una cosa: calma. Sé que no es fácil, a veces parecerá una auténtica broma, pero si quieres algo hay que perseverar, armarse de paciencia y esperar...Y, mientras tanto, intenta olvidar que estás esperando. Intenta seguir con tu vida habitual.
ResponderEliminarCuando te pongas a escribir y sientas las palabras atragantadas...olvídalo. Simplemente coge un libro y relájate, o ponte una peli, o date un paseo...Lo importante está en no forzarlo y dejar que esa inspiración acuda a ti.
Me gusta que nos dejes entrar en tu vida de esta forma, Pat. Un beso enorme y ya sabes que ando por aquí.
La vida nunca es en blanco y negro, sino en escala de grises. Y por desgracia los contrastes de intensidad con los que nos encontramos suelen ser abruptos. Pero aún así, nada impide que cada uno intente hacer realidad sus sueños.
ResponderEliminarCreer en uno mismo y trabajar por conseguir lo que uno se propone aporta un valor añadido incalculable. Jamás te rindas...
No hay por qué tener siempre las uñas al descubierto, pero viene muy bien tenerlas siempre afiladas por si acaso ;)
Ánimo Pat!! Confía en ti misma como hasta ahora y verás como no te equivocas. Lo que tenga que pasar, pasará!
ResponderEliminarHola!!!!!! Gracias por los ánimos!!! Llevo 117 visitas en lo que va de día y no me lo acabo de creer, así que he recargado las pilas con tantos comentarios y tanta gente que me ha apoyado. ¡Sois los mejores! ¡Un beso enorme para todos!
ResponderEliminarAunque tarde, me uno al coro de ánimos. No he podido publicar el comentario en todo el día. No sé si es cosa de blogger o de mi ordenador.¿Has recibidos mis mails?
ResponderEliminarComo dicen más arriba, lo que tenga pasar, pasará. No te comas más el coco con pensamientos negativos.
José Antonio!!!! He recibido los mails, pero he ido de bólido todo el día! Ahora en unos minutos te los contesto!!!! Y gracias por los ánimos y por todo tu apoyo y por estar ahí!!!!!!
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