Esquematizando
¡Aquí
estoy otra vez! Ya os aseguraba ayer que los días me pasan a tal velocidad que
casi no tengo tiempo de asimilar todo lo que pasa durante tantas horas que
vuelan a mi alrededor. ¡Ya es jueves otra vez! ¡Increíble!
Si
no fuera porque mi cabeza se niega a darme una tregua y me despierta cada día
súper pronto no sé cómo ubicaría el tiempo para escribir aquí, leer las
entradas de otros blogs, contestar los comentarios y los mails que suscitan mis
posts y seguir soñando. ¡Así que no hay mal que por bien no venga!
Ayer
uno de mis dos comentaristas asiduos, aunque las visitas se mantienen en una
media de 40 diarias pocos os atrevéis a dejar una aportación a los pies de la
entrada, dijo que se estaba perdiendo. ¡Y no me extraña! Todas mis novelas son
intrincadas y laberínticas, pero tienen un esquema claro a través de los
capítulos que aquí no vemos. Por eso hace un tiempo apuntaba a que el desorden
con el que escribo aquí pude llevar a la confusión.
He
decidido parar por un día la trama, hoy tocaba seguir con la historia de Isaac,
y centrarme en daros una visión global de la estructura de la novela y de las
historias que se entrecruzan en ella. ¡Así no os perdéis!
En
el hipotético caso de que algún día armáramos el manuscrito la primera entrada
le correspondería al prólogo, cuando una casa arde por culpa de alguien que no
sabemos quién es, pero que sus acciones nos indican enseguida su grado de
maldad.
El
capítulo uno empezaría con una Sara que despierta de repente a la realidad al
no haber tomado la pastilla de la noche que la mantenía en un estado de
confusión total y habían conseguido que su madrastra la declarara enajenada
mental para apoderarse de su herencia. Poco a poco va recordando la muerte de
su padre seis meses atrás, la carta que recibió de su abogado en la lectura de
la herencia, los últimos días en su lecho de muerte, velándolo. Al cabo de una
semana que ha pasado fingiendo que sigue bajo los efectos de las pastillas ve a
Ignacio en la tele y contacta con él telepáticamente. Gracias a la ayuda de su
amigo logra salir de la casa por unos pasadizos que se inician en la chimenea y
esquivar la mirada de un hombre apostado en la escalera.
En
el segundo capítulo nos encontramos con Ignacio en su hotel. Es un chico
atormentado, con una conexión increíble con Sara que intenta por todos los
medios cortar. Con la mente la descubre en peligro, en su casa, amenazada por
la mirada del hombre de las escaleras, un hombre poderoso y maligno. La ayuda a
salir de la casa bloqueándolo y la sigue en todo el trayecto que la lleva en
taxi a la parte antigua de la
ciudad. Cuando siente una amenaza sobre su amiga sale del
hotel y llega al callejón justo a tiempo para deshacerse del hombre que acaba
de golpearla en la mandíbula.
El
tercer capítulo resume la historia de los prigenios. Allí encontramos el origen
de todas las vicisitudes que les tocan vivir a nuestros protagonistas actuales
y empezamos a vislumbrar el alcance de sus actos. Los cuatro nacidos con una
evolución genética muy superior a sus congéneres se comunican mediante telepatía
y, ante una desoladora visión del futuro que se augura para la humanidad,
experimentan con hombres y mujeres hasta que logran frenar a la genética y
esconder en cuatro cofres la manera de devolver la senda de la evolución a los
hombres. A partir de ese momento sus descendientes gozan de un único don: son
capaces de descubrir a los que se han saltado sus barreras y han nacido con
dones. Su misión es aniquilarlos.
Nos
adentramos en el cuarto capítulo revelando la identidad del hombre de las
escaleras: Vladymir. Es un hombre procedente de Transilvania quien en su
juventud descubrió la historia de los prigenios y de los cofres y fue en busca
de ellos para absorber su poder. Ha encontrado tres, lo que le confiere unos
dones increíbles con los que intenta controlar a Sara, la única que posee la
clave para descifrar dónde se esconde el último de los cofres.
Seguiremos
con Svet (antigua Andrea) una mujer con un trauma de juventud que descubre por
casualidad una voz en la tele que le despierta unos recuerdos paralizantes,
abriendo de nuevo las heridas no cicatrizadas de un suceso aterrador de su
pasado.
¡Y
vuelta a empezar! Otra vez nos adentramos con Sara e Ignacio, Vladymir y la
historia antigua. En este caso han pasado 1.000 años y nace un niño especial. ¡No
pienso contar más! La idea es que los sucesos del pasado se vayan intercalando
con la trama de Sara para proporcionarnos las pistas para entender el final.
¿Mejor
ahora?
La verdad es que yo también me había perdido...así que tendré que agradecerte el esquema xD
ResponderEliminarUn beso, compañera, y sigue por este camino
¡Me alegro de que sirva de algo! La verdad es que como yo lo tengo todo claro en la cabeza y estoy escribiendo de una manera tan diferente a la común, pues me cuesta ver el laberinto que he creado.
ResponderEliminar¡Un beso!!!!
tant temps desconnectada que ara m'he de posar al dia :)
ResponderEliminarBenvinguda de nou!!!!
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