Cable Car y Sky Bridge (Langkawi)
Mi vida como escritora ha cambiado tanto desde que
abrí el blog… Entonces parecía un alma en pena, no tenía las ideas claras ni
disfrutaba como ahora de las tramas. El tiempo ha impuesto su madurez,
consiguiendo desligarme de esa absurda idea de anhelar dedicarme únicamente a
la escritura, otorgándome la capacidad de vibrar con cada giro argumental, con
la construcción de los personajes, con los hilos invisibles de los que dispongo
para moverlos a mi antojo.
¿Volvemos a Langkawi?
Nos quedamos en el Oriental Village, esperando a
la hora de subir al Cable Car. El día se fue aclarando lentamente, con la
aparición esporádica del sol detrás de las nubes. A la una menos diez nos
presentamos en la entrada, con la ilusión de ver la cima de la montaña
despejada.
El Cable Car es como un telehuevo de una pista de
esquí que se enfila en una montaña casi en paralelo para llevarte a una altura
considerable. Teníamos muchísimas ganas de subir, es una de las atracciones
turísticas más importantes de Langkawi y realmente vale la pena.
Finalmente subimos a la cestita, acompañados de
una pareja árabe en luna de miel. Las vistas son inmejorables, con una
sensación impresionante cuando te colocas en posición vertical. Una vez arriba
vimos nuestro próximo destino a pocos metros: El Sky Bridge, un puente de
cemento colgado entre dos picos de montaña por el que deseábamos caminar.
Si vais a Langkawi alguna vez no podéis perderos
el Sky Bridge. Está suspendido por un pilón de ochenta y dos metros de altura,
dejándote a cien metros del nivel del mar. Caminas con la sensación de estar en
la cima del mundo, con la vista del mar, las montañas y el litoral de la isla
como compañera… ¡Simplemente impresionante!
¡Feliz día! J
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