Seguimos caminando...
¡Buenos días! Los días pasan con muchísima rapidez y los
acontecimientos se precipitan de una forma descontrolada dejándome pocos
minutos para respirar.
A veces hay situaciones que me hacen recapacitar, mirar
hacia atrás, darme cuenta de cómo los años han sumado trayéndome cambios,
muchas veces positivos, ayudándome a dar pasos definitivos para mejorar mi
percepción del mundo y dándome alas para madurar en muchos aspectos.
Si te quedas quieta en un rincón esperando a que vengan a
por ti nunca avanzas.
Hace casi cuatro años presentaba mi primer libro con
editorial en la librería Alibri. Todavía tengo de fondo de pantalla una foto
con mis hijos y mi marido ese día épico, cuando por fin llegué dónde llevaba años
deseando.
Recuerdo mis ilusiones, la emoción, la sensación de haber
alcanzado la primera de las metas trazadas tras una carrera de fondo infernal.
Por una vez dejé atrás la frustración de más de diez años
luchando en la sombra sin llegar nunca a tocar el cielo con las manos. Ni
siquiera me acercaba. Mis dedos se quedaban a miles de kilómetros de la cima
sin ser capaces de sostener ni una pizca de esperanza.
En la vida he encontrado a personas que me han ayudado,
otras me han puesto palos en las ruedas y las hay que todavía hoy despiertan sentimientos
contradictorios en mi interior.
El camino fue muy duro, sobre todo psicológicamente. ¿Alguna
vez habéis deseado algo con tanta fuerza que la espera se ha convertido en
agonía? Pasarme el día dándole al enviar
y recibir del mail, mirando de forma compulsiva mi teléfono, instándole a
que sonara, disparaba una ansiedad irracional en mi interior.
Era una ilusa, me movía la emoción, la ilusión, la intensa
necesidad de demostrarme a mí misma que valía la pena escribir, contar
historias, dejarme la piel en los párrafos, en aprender a mejorar, en darlo
todo por y para las novelas que mi mente tejía desde niña.
Con el tiempo entendí la importancia del proceso, de
disfrutar de él, de dejarme seducir por la magia de la creación. Y ahora he
llegado a un punto en el que mi mayor emoción la encuentro hablando con mis
amigas de las historias, de sus personajes, de los mundos que he creado hasta
ahora.
Quiero publicar. Me encanta dejar ir las novelas para que
sean un poquito vuestras. Pero ya no es eso lo único importante para mí. Y es
bonito ver el mundo desde estos nuevos ojos.
Me repito. Lo sé. Sorry…
Estos han sido mis pensamientos este fin de semana mientras tomaba algunas
decisiones necesarias, de esas que me hacen feliz. Porque a veces hacerlo
equivale a descargar un poquito de adrenalina y a fijar un rumbo concreto.
De momento siguen saliendo reseñas preciosas de mis novelas:
En Entre metáforas
os hablan de Luke y de Ksistie en Cuando
estoy sin ti (enlace). Vero_Malaga nos da unas pinceladas de Aladi e
Isabelle en El corazón de Aldabia
(enlace). La acompañan Xios (enlace) y Una
lectora dispersa (enlace).
¡Feliz día! J
0 comentarios: