Dar el primer paso
¡Buenos días! A veces, cuando algo en lo que has creído
muchísimo se derrumba a tu alrededor, la única manera de dejar atrás ese
desastre es dar el primer paso. Porque los otros vienen solos y aprendes a
seguir caminando, a no dejarte arrastrar por la onda expansiva ni por los
escombros ni por los pequeños pedazos de esas construcciones por las que has
apostado y lo has dado todo y ahora solo te devuelven dolor.
Esta mañana voy a dar uno de los pasos más difíciles de mi
vida. Pero sé que debo buscar la valentía, sacar fuerzas de la flaqueza y no
permitir que los trocitos de mi corazón roto entorpezcan lo que se debe hacer.
Aunque duela. Aunque sienta un abismo bajo mis pies al
caminar. Aunque me cueste un esfuerzo descomunal.
Quiero quedarme solo con lo bueno. Voy a necesitar un largo
camino para hacerlo porque cuando los sentimientos dejan un reguero de dolores
es difícil separar los buenos de los malos momentos. Pero se trata de dar el
primer paso y no pararse nunca. Aunque a veces apenas avances unos milímetros, porque
lo importante es moverse y caminar siempre hacia delante.
No me merezco sentir así ni este final. No me lo merezco
porque he dejado mi alma luchando con uñas y dientes durante demasiado tiempo
para encontrarme en un lugar tan doloroso. Pero la vida es injusta. Y hay que
quedarse con la mejor parte y recuperar esa alma partida en mil pedazos que he
ido dejando en algo que sentía demasiado mío.
Quizás ese es el problema. No saber implicarse a medias, no
encontrar la forma de darse cuenta de dónde está la línea. Porque si lo hubiera
hecho quizás esta mañana, después de una larga noche de insomnio, no me
costaría tanto levantarme, escribir, vestirme y salir de casa.
Cuando miramos atrás solemos hacer eso, buscar los quizás
que podrían haber cambiado la situación. Y sí, quizás podría haber actuado
distinto, sin embargo nadie me puede asegurar qué hubiera pasado entonces.
Pesa el haber apostado todo para encontrarme con una forma
demasiado dura de tratar la situación al final.
El tiempo lo cura todo, remienda las almas y los corazones
cedidos a lugares que no corresponde porque a pesar de luchar con todo tu
empeño al final te dan la espalda clavándote varios puñales que acaban de
romper esos trocitos de tu interior.
Hace sol. Un poquito más de calor que los últimos días. Y
este año ha sido el peor cumpleaños de mi historia. Pero por suerte el año que
viene tendré otro, y lo pasaré acompañada de mi marido, de mis hijos, de mis
padres, de mis amigas. Porque soy afortunada en tener la mejor familia y las
mejores amigas del mundo. Y eso no me lo va a quitar nadie. Pase lo que pase.
Toca dejar esta huella de mis sentimientos en el blog,
ducharme, vestirme y dar el primer paso. Porque estoy convencida que los demás
vendrán solos y un día me daré la vuelta y veré que estoy en un lugar mejor y
que ya puedo apreciar lo bueno de esta etapa de mi vida que ahora se cierra.
¡Feliz día! J
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