Ignacio se despierta... ¡La trama 36!
¡Buenos
días!!! Ayer tuve una agradable y divertida cena con el grupo de amigas y amigo
que creamos en su día cuando jugábamos al famoso Farmville. ¡Es increíble lo
que hace la red a la hora de crear vínculos de amistad entre personas que antes
eran desconocidas!
En
las primeras cenas apenas nos conocíamos entre nosotros e íbamos mirándonos a
la cara para intentar ubicarla en las fotos de perfil del Facebook con las que
jugábamos y chateábamos con bastante asiduidad.
Ahora
ya somos ex granjeros, hemos abandonado el juego, pero persiste la amistad y la
costumbre de reunirnos para cenar una vez cada tres o cuatro meses. ¡Y es
increíble cuando recordamos las primeras cenas! ¡Y los primeros pasos en el
juego! ¡Qué bien que sigamos en contacto!
Bien,
ayer M. me pidió que continuara un poquito con la trama de nuestro relato, así
que allí voy:
…Las
palabras que mi padre me susurró en su lecho de muerte habían abierto una
brecha en mis pensamientos. ¿Acaso el reencuentro con Ignacio era de lo que
hablaba? ¿La carta desaparecida contenía la estela de lo que fue mi padre? ¿Qué
fue mi padre?
Ignacio
continuaba estirado en el suelo, aunque su rostro había recuperado un poco el
color. Respiraba con mayor fluidez y su cuerpo ya no mostraba esa flacidez
extrema que tanto me había asustado al principio. Yo me había apoyado contra la
pared, había levantado las rodillas y había escondido la cabeza entre ellas
mientras me abrazaba las piernas con fiereza.
Temblaba
de angustia, frío y desesperación. Sentía cómo las preguntas sin respuesta me
ametrallaban la mente a la vez que los recuerdos de lo sucedido no cejaban en
el empeño de repetirse en mi mente. ¿Qué estaba pasando?
-¿Sara?
–El susurro ahogado de Ignacio me sobresaltó-. ¿Estás bien?
Mi
amigo se incorporó despacio, como si sus articulaciones estuvieran un tanto
oxidadas y le costara recuperar la movilidad. Se apoyó con los codos en el suelo y
levantó el torso. Había gotas de sudor en su cara y tenía la mirada un tanto
enrojecida, como si un cansancio extremo lo hubiera atrapado.
-¡Ignacio!
-Corrí a su lado y me abalancé sobre él, abrazándolo con fuerza-. ¡Oh, Ignacio!
¡No sabía qué pensar! ¡No sabía si te ibas a despertar! ¡Ni si debía llamar a
un médico! ¡No sabía qué hacer! -El llanto que se había quedado enredado en mi interior
esa última hora explosionó de repente-. ¿Qué está pasando? ¡No entiendo nada!
¡Desde que papá murió todo se ha vuelto oscuro y sin sentido!
-Te
lo contaré todo, pero primero ayúdame a levantarme.
Ignacio aspiró una ingente cantidad de aire
por la nariz y lo fue soltando por la boca lentamente. Le ayudé a levantarse y
le rodeé por la cintura al descubrir su intención de caminar por el pasillo
rumbo al salón que se abría al final.
-¿Dónde
estamos? -le pregunté-. ¿Por qué ese hombre ha entrado en mi cabeza?
Nos
sentamos en unos sofás de chinilla azul marino que formaban una L en un acogedor
salón-comedor. Ignacio se mantuvo unos minutos callado, era como si no
encontrara las palabras para compartir conmigo la realidad, como si le pesara el
hecho de compartirla.
-Yo
conocía a tu padre -dijo al fin con una voz tensa y un tanto aguda-. Él era uno
de los guardianes de los cofres, el que tenía en su poder el más importante, el
que une la información de los otros tres y desvela el secreto de la evolución.
Le
miré de hito a hito con la boca extremadamente abierta y un signo de
interrogación en mis cejas arqueadas.
-¿De
qué cofre hablas?
Él
apretó los puños y la cara, como si se negara a soltar esa verdad que yo
empezaba a intuir, una verdad que iniciaría la una odisea estresante en la que
nos iba a tocar vivir a partir de ese momento…
Bueno,
a ver esos comentarios….. ¡Feliz día!
Gracias Pat!! Eres "las mas mejor"!!! Me encanta el trocito de hoy... de él se nota que la historia ya tiene su sentido, que camina en una direccion!!! Un beso!!M
ResponderEliminarGracias guapa!!!!! La historia tiene su qué, pero estoy tan liada entre el trabajo y la otra novela que no sé yo cómo voy a lograr compaginarlo todo!!! Un BESOOOOOOO!
ResponderEliminarPat!! Buen mini capitulo el de hoy. La pestaña de la trama empieza a engordar seriamente.
ResponderEliminarMe alegro por el regreso de tus Musas y las ganas con que has cogido la continuación de La Baraja después de la pesadez de las corrección. Esperamos con ansia las nuevas aventuras de Pam. Ah, si ha de protagonizar nada menos que cinco novelas tendrás que alimentarla bien con magdalenas y Nocilla!!
Saludos!!
jajajaja!!!! ¡Es uno de mis desayunos preferidos! ¡Y la Nocilla me gusta bicolor!!! Aunque no se puede abusar....
ResponderEliminarDe hecho ya llevo 95 folios escritos de la continuación y tengo bastante claro el argumento, pero nunca se sabe con qué va a salir mi mente....
¡Un beso!! ¡Y también yo espero tus próximos manuscritos!!! ¡Ojalá sean un montón y en formato libro!!!!!