Lluvia, lluvia y más lluvia
¡Buenos
y lluviosos días! Parece que la lluvia ha decidido quedarse aquí, en nuestro
cielo, para ennegrecernos el fin de semana y evitar que salgamos de casa. ¡Invoco
al sol! ¿No podría llover durante la noche y estar despejado durante las horas
diurnas?
Ayer
me duché varias veces. Por la mañana, cuando cayó la mayor tromba de agua del día,
fue encima de mí y ni el paraguas logró evitar que me calara hasta los huesos. Y
por la tarde, tras una clase de baile de una hora y media súper chula, me subí
a la moto acompañada por unas gotas incesantes y cuantiosas que se ocuparon de
mojarme toda la ropa otra vez. ¿No dicen que mojarse con la lluvia trae buena
suerte? ¡Pues hoy me toca la lotería! Jajajajaja.
Y
esta noche ha seguido lloviendo sin parar. Entre sueños revueltos iba
escuchando el repiqueteo de las gotas en el suelo y me imaginaba un mundo lleno
de agua, donde los charcos anegaban hasta el último rincón y se necesitaban
barcas para transitar por Barcelona.
Bueno,
como mi sueño es muy liviano cualquier sonido exterior incide directamente en
mis sueños y muchas veces incorporo en ellos los sucesos externos. Esta noche
he tenido casi pesadillas donde nos rescataban de casa con una Zodiac porque la
ciudad se había inundado.
Me
he removido varias veces entre las sábanas, al son de las angustias que me
apresaban en el sueño. Escuchaba gritos por todas partes, la tormenta arreciaba
a cada minuto y se ensañaba con mi cuerpo expuesto. Le cogía las manos a mis
hijos para salir de casa, arrastrada por un aire huracanado que nos empujaba hacia
los lados y no nos dejaba llegar a la barca de salvamento que nos esperaba.
Caminaba
con el agua hasta la cintura, zozobrando entre los escombros que habían quedado
en la portería. El
pijama se me enganchaba al cuerpo, calado y pesado por el agua que se ensañaba
con la ropa. Tenía
frío y estaba agotada. Mi hijo mayor nos ayudaba a la niña y a mí. Él daba
pasos más largos y poderosos y avanzaba con mayor rapidez y agilidad hacia la
barca, desafiando los obstáculos y encontrando una manera rápida de alcanzar la
salvación.
Me
he despertado de golpe cuando hemos llegado a la Zodiac y un señor vestido con
un uniforme militar ha tirado de la cuerda para encender el motor, ha afirmado
rotundamente con la cabeza y ha dado gas. Y me ha costado más de media hora
volver a dormirme. Estaba tiritando, angustiada y con el regusto amargo de la
angustia asido a mi cuerpo.
Ahora
el día está gris y apagado, a través de la ventana veo cómo mis plantas reciben
el impacto del agua y se bambolean al son del viento que las acaricia sin
detenerse. La cortina de agua que cae desde el cielo nublado es una fina capa
de delgadas gotas que mojan el suelo lentamente, sin prisas, pero sin pausas.
Y
tanta lluvia, tanta negrura, tanta inestabilidad atmosférica hace que mi
inspiración se pierda por los recovecos de la nada y que esté aquí sin casi
palabras que plasmar en la
hoja. Así que hoy voy a dejar de escribir y me voy a ir a la
cama, a taparme con una manta y a intentar acabar la corrección de la novela, a ver si mañana logro componer
un post con un poco más de gracia y sentido.
¡Feliz
día!
Podría ser peor, Pat: podría nevar!
ResponderEliminarFeliz día, y a seguir viendo el vaso medio lleno!!
¡Nevar!!! ¡Espero que no! ¡Que mi marido está volando! ¡Y quiero que vuelva a casa YA!!!! Por suerte es domingo y puedo meterme en la cama con el ordenador a corregir, ¡así la lluvia no me afecta tanto!!!
ResponderEliminar¡Feliz día!
Hola,preciosas letras van desnudando lentamente la pura e integral belleza de este blog, si te va la palabra elegida, la poesía, te invito al mio,será un placer,es,
ResponderEliminarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen día, besos triunfantes...
¡Hola Don Vito! Un buen blog, sí señor. ¡Tienes un montón de seguidores y premios! Te felicito, la verdad. ¡Ya lo iré leyendo! ¡Un saludo!
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