Un mundo de sueños y esperanzas
¡Buenos
días! Espero que todos pasarais una gran noche de brujas y que hoy estéis preparados
para una gran castañada, comiendo panellets, castañas, boniatos,… ¡Y que celebréis
el día de Todos los Santos con alegría y buen humor!
Ha
sido un puente intenso, lleno de horas delante del ordenador, frente a la
novela, con las palabras danzando en mi cabeza y la firme determinación de
encontrar la luz en la oscuridad.
Si
tenemos en cuenta que cuando todavía pasaba exámenes los entregaba siempre sin
repasarlos, estos largos años corrigiendo una y otra vez lo mismo, leyendo,
releyendo y volviendo a releer los mismos párrafos, la misma historia, las
mismas situaciones, me han costado un
esfuerzo intenso.
Ayer
no trabajé y en vez de aprovechar el día para caminar, pasear o hacer algo
distinto, mi única aspiración fue estirarme en la cama con el ordenador en el
regazo y pasarme nueve horas pegada a la pantalla. ¡Espero que esta corrección
sea la definitiva!
Cuando
necesitaba un pequeño descanso navegaba por la red, leyendo los muchos relatos
de Haloween que los amigos blogeros dejaban impresos en sus blogs para
alegrarnos el día. ¡Es tan interesante la blogosfera! ¡Hay tanta gente afín con
la que puedes compartir tus anhelos y tus desvelos!
Hoy
va a ser un día parecido, voy a darlo todo por encontrar aquellos fallos que se
escapan a mi vista y se escurren entre una historia cargada de párrafos,
personajes, acción, romanticismo, asesinatos,… ¡Una historia que me sé tan al
dedillo que soy incluso capaz de darle vida en una pantalla imaginaria!
¡Espero
y deseo que ésta sea la revisión definitiva!
Creo
que llega un momento en el que debemos mirar atrás y hacer introspección de
todo aquello que ha dirigido nuestros pasos durante años, valorar si es
correcto seguir creyendo firmemente en algo y saber si ha llegado el momento de
cambiar nuestra percepción de las cosas.
Todo
tiene un principio y un final, incluso los sueños, las ilusiones y las metas. Hay
instantes en los que la imaginación y el deseo nos ayudan a crear un mundo de efímeras
construcciones a nuestro alrededor, un mundo donde todas las esperanzas tienen
cabida y adquieren una textura clara y contundente.
Nos
sostenemos dentro de esos muros durante un tiempo, sin permitir que nuestros
pies toquen el suelo, elevándolos por encima de la realidad y permitiendo que
caminen por un terreno etéreo.
¡Es
increíble la capacidad de nuestra imaginación para regalarnos emociones,
sensaciones y alegrías cuando construimos esos mundos cargados de anhelos! ¡Como
los sueños pueden convertirse en una realidad paralela a la nuestra y no
logramos distinguir cuál es la línea divisoria entre la realidad y la
visualización!
Y
somos capaces de saborear aquella comida por la que suspiramos, de sentir a la
persona amada entre nuestros brazos, de recibir aquel premio que ansiamos, de conseguir
la amistad que se nos escurre por los recovecos de la indecisión, de alcanzar
aquellas metas imposibles que se elevan ante nuestros ojos, de escuchar
aquellas palabras que necesitamos oír,… ¡Hay tantas cosas que nos ayudan a construir
un puente imaginario entre nuestra realidad y nuestras esperanzas!
Estos
días voy a intentar que las construcciones de mi mundo paralelo se sostengan un
poco más en el aire, sin permitir que mis pies regresen al terreno pantanoso
que está a tres metros por debajo y que constituye una realidad. ¡A ver si vale
la pena que los ladrillos de la esperanza den cobijo a mis deseos! ¡Y si la
fuerza del destino logra encolar las paredes y pintarlas de colores sin
permitir que se derrumben con un simple soplido!
¡Que las musas os acompañen!
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