Pensamientos de año nuevo
¡Buenos días! A veces miro atrás y me pregunto cómo he
llegado hasta aquí, cuántas cosas he perdido por el camino y cuántas he ganado.
Entonces hago un balance lo más realista posible para darme cuenta de la parte
positiva.
Al crecer y tomar decisiones la vida te ofrece instantes
mágicos y otros menos favorecidos. Pero en muchas ocasiones nos encontramos
frente a una encrucijada y hemos de tomar uno de los senderos que se abren ante
nosotros.
A veces tardamos más de lo normal en acostumbrarnos al ritmo
de la decisión tomada o simplemente nos cuesta aceptar los designios del
destino cuando las situaciones no dependen de nosotros porque para culminar con
los sueños depositados en algo se requiere de otros factores ajenos a nuestra
voluntad.
Para mí la peor sensación es la incertidumbre. No me adopto
bien a ella, me consume de una forma difícil de asumir, todo y que durante mi
vida he ido aprendiendo a rebajar ese idealismo propio de mis deseos para
aceptar mejor la realidad.
Ambicionar el mundo y que solo se te conceda una pequeña porción
de él es doloroso al principio, cuando no entiendes la realidad que te rodea.
Pero llega un día en el que descubres cómo de grande es esa porción y aprendes
a disfrutar de ella.
Porque la vida no es solo ambición, sino un balance positivo
entre los sueños y la realidad. No se puede dejar de trazarse metas ni de
luchar por ellas, pero tampoco podemos convertirlas en la única fuente de
felicidad porque entonces somos incapaces de disfrutar de lo que tenemos y lo dejamos
pasar obsesionados siempre con conseguir algo mejor.
Estoy filosófica esta mañana…
Al empezar un nuevo año siempre me pasa, analizo los doce
meses anteriores, busco emociones en ellos y trazo unas metas plausibles para
el año siguiente, sin perder de vista a los míos porque tenerlos al lado es el
mayor de los regalos.
Y hasta aquí mi vena introspectiva de hoy porque mi balance
es maravilloso.
Hace años perdí una parte importante de mi idealismo. Costó,
pero valió la pena porque me trajo una tierra firma donde pisar sembrada de
ilusiones, de personas maravillosas con las que compartir el camino y de instantes
que sin ese cambio de rumbo hubieran pasado desapercibidos.
Desde que empecé en la literatura he escrito veintisiete
novelas, dieciséis de ellas están publicadas y dos más llegarán este 2019 a
vuestras estanterías. Estoy con la número veintiocho. Y lo mejor de todo es mi
entusiasmo por las ideas, por construir las historias, por no cejar nunca en el
empeño de convertirlas en parte de mí.
Gracias por hacer posible este sueño, por estar ahí detrás
siempre, por acompañarme, por esos mensajes privados que me llenan de emoción.
¡Feliz día! J
Sueños cumplidos y otros roncados, pero sueños son 😉
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋