Algunos cambios

7:57 Pat Casalà 4 Comments


            ¡No me atrevo a decir buenos días! ¡Qué manera de llover! Tengo unas ganas de que salga el sol… ¡Llega el fin de semana! ¡Y queremos pasear! Ufff, con lo poco que me gustan a mí los días lluviosos,…
            Siempre me he sentido apagada cuando la atmósfera exterior es densa y gris, es como si las nubes bajaran hasta mi cabeza y le taparan su propia luz. O como si el clima me abocara a sentirme más apática y sin tanta energía como los días soleados y luminosos, aquellos que me encienden la corriente de ilusiones y alegrías.
            Espero que durante el día de hoy pueda encontrar la manera de vencer esa niebla y dedicarme al manuscrito. ¡Que se me tira el tiempo encima! ¡Y necesito encontrar la manera de acabar esta maldita corrección! Pero si el día es gris y apagado…. ¡Con lo que a mí me gusta coger el portátil y salir al aire libre! ¡Escribir en un banco del parque! ¡En una hamaca! ¡En una terraza de un bar! No sé, quizás debería plantearme irme a vivir a un país tropical….
            Desde que empecé a creer que todo era posible, que sería capaz de escribir y llegar a publicar mis escritos, que todas aquellas historias que invadían mi cabeza desde pequeña debían ser plasmadas en un libro que apareciera en varias estanterías, he vivido en una montaña rusa de emociones. Pero lo que siempre me ha acompañado ha sido la felicidad que me aporta sentarme y permitirles madurar a los personajes que me acompañan.
            Ayer un compañero de trabajo me ayudó creándome un pequeño programa para comprobar que los nombres de los personajes de mi última novela cumplieran unos requisitos establecidos en la narración.
            ¡Encontré algunos que no los cumplían! ¡Y he tenido que cambiarles el nombre! No os podéis ni imaginar el shock que eso supone para mí. Yo les he cogido cariño con un nombre y un apellido, para mí tienen identidad propia y ya los bauticé. Así que el ritual para enterrar sus nombres antiguos y darles unos nuevos fue un poco traumático.
             Parece mentira cómo la historia de una novela escrita por ti puede convertirse en algo tan tuyo, tan integrado en tu interior, tan querido. No me ha costado nunca cambiar párrafos o anular descripciones o dar un giro a las palabras para que la prosa fluya con facilidad. Pero cambiarle el nombre a los personajes,… O eliminar una escena,… O matar a algún personaje principal…. ¡Es como si me arrancaran una muela!
            Pero como el lema de este blog es encontrar siempre la parte positiva de las cosas, pues vamos a intentar ver el baso medio vacío: le he cambiado el nombre a algunos personajes, pero eso sólo les afectará a las personas que han leído el manuscrito tal como estaba anteayer, ¡y no son tantos! Bueno, y a mí, que les seguiré llamando por el nombre antiguo, jajaja. Y como es la primera novela de una serie de cinco, pues me voy a tener que acostumbrar a los nuevos, ¡y eso me va a costar un montón!
            Otra parte positiva que le encuentro a la situación es que como mínimo he conseguido corregir algo importante, porque nunca se sabe si hay alguien dispuesto a comprobar cada uno de los nombres. ¡Así que gracias a mi agente por hacerme volver a mirar el texto! ¡Me he estrujado tanto las neuronas para encontrar fallos que he encontrado unos importantísimos!
            Y claro, lo mejor de todo es que ahora ha quedado perfecto en cuanto a unas variables que antes estaban desenfocadas. ¡Así que doble ración de positivismo!
            Bueno, ¡basta por hoy! No sé si la entrada es demasiado buena, ¡es culpa de la lluvia!!!!!!
            ¡Pasad un buen día! 

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4 comentarios:

  1. Pat, no sé si se puede explicar, pero la curiosidad me puede. ¿Qué significa "requisitos establecidos en la narración"?
    Supongo que te refieres a La Baraja, ¿no?
    Lluviosos saludos!!

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  2. Hola José Antonio! Pues tu intuición es cierta, pero como últimamente he leído que vale más ser precavido y no explicar demasiadas cosas de la trama, luego te mando un mail y te lo cuento.
    Espero que pases un feliz fin de semana! ¡Y que la lluvia no nos lo amargue!!!
    ¡Lluviosos saludos para ti también!!!!

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  3. pues yo tampoco lo entiendo, Pat, ¿requisitos, los nombres de los personajes? Nunca había oído nada parecido. La curiosidad me puede, grrr...
    A mí también me ponen triste los días de lluvia, pero entonces vengo a leerte, y recupero la sonrisa.Me siento tan bien cada vez que visito tu blog!
    Besos, Pat, y gracias por recordarme siempre que tengo motivos para seguir siendo positiva.

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  4. ¡Hola Bea! Pues no te puedo contar nada... ¡A José Antonio sí porque ha leído la novela! Pero si algún día llegas a leerla ya lo entendrás, auqnue me ha costado un mundo llamarles distinto a mis personajes...
    ¡A ver si se va la lluvia y brilla el sol!!!!
    ¡Un beso!

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