El regreso de las Musas

7:57 Pat Casalà 2 Comments


            ¡Buenos y enérgicos días! ¡Deberíamos buscar un remedio contra la apatía que producen los días grises de lluvia, porque parece que el clima se ha conjugado para no detenerse a la hora de arrojar el ímpetu de las nubes sobre el asfalto. ¡No os podéis ni imaginar cómo me mojé ayer en la moto! ¡Llegué a casa chorreando!
            Pero no hay mal que por bien no venga. Llevaba tantos meses sólo corrigiendo que casi había creído que mi inspiración se había escapado de mi interior y que no tenía deseos de volver. Por eso había releído una y otra vez lo escrito hasta la fecha de la novela que tengo entre manos (la continuación de la que envié a mi agente hace una semana).
            Ayer ya os conté todo el trabajo y las horas de dedicación que requiere la escritura de una novela, pero no mencioné que detrás de cualquier manuscrito también ha de existir una fuente de inspiración, un pensamiento recurrente que durante todo el día que vaya indagando en la trama escrita y en la que queda por escribir, que busque cabos sueltos, ideas para continuar, interrelaciones entre todas las tramas que coexisten en las hojas y que ahonde en los sentimientos de los personajes.
            Quizás lo más intenso de la creación sea esa necesidad de sentir las cosquillas en el estómago cada vez que se aporrea el teclado, ese puente que te acerca al mundo paralelo que describes y que muestra con una perfección casi absoluta a las personas que moran en él, ese ahogo que sientes cuando describes algo a una velocidad inferior a la de tus pensamientos y visualizaciones.
            Esas sensaciones y emociones te atrapan en sus redes de una manera colosal, son una extensión de tu día a día y se cuelan por los poros de tu piel para regalarte experiencias inéditas y excitantes, para someterte a una batidora de ideas, para acercarte a esa trama que estás tejiendo a base de inspiración, para acercarte tanto a tu otra dimensión que en momentos puntuales incluso se desvanece la realidad en la que vives.
            Es como un viaje al otro lado, como si hubieras cruzado ese puente que une la realidad y la ficción y pudieras deambular  por un lugar ajeno a tu vida, sentir otras emociones, probar cosas prohibidas, caminar entre fantasmas, adivinar el futuro, tocar bolas de cristal, descubrir una vida paralela, reescribir la historia de la humanidad,…
            El último año había perdido esa capacidad, se había diluido junto a la sensación de abatimiento que me acompañaba, como si tantos y tantos años de espera infructuosa hubieran agotado mis esperanzas. Por eso la corrección era una manera de evadir mis propios agobios. ¡Aunque la última fue un tanto estresante!
       Una vocación es algo que subyace de manera innata, que convive en nuestro interior con los pensamientos racionales y de lo que no se puede huir. Quizás el agotamiento puede destemplarte, pero nada puede ajar del todo aquella luz que te invita a crear una historia moldeando situaciones y personas como si trabajaras el barro, dibujarles emociones e instantes como si fueras un pintor, delimitarles las melodías de su esencia como si fueras un músico….
           Por eso mi inspiración ha vuelto, y espero que sea para quedarse, para que vuelva a sentir esa falta de aire cuando voy en la moto y mi cabeza se aleja de la circulación, cuando me despierto en mitad de la noche con una idea clara de un cabo suelto en un capitulo, cuando aporreo el teclado sin descanso.
           Y, contestando a varios correos, no renunciaría jamás a estas emociones tan intensas que me regalan algo tan mágico como intangible. Mientras escribo no paro de sonreír y cuando he terminado dos capítulos seguidos como ayer por la tarde, sin dudar apenas acerca del contenido, mi alegría es tanta que me cuesta incluso rebajar los latidos cardíacos. ¡Así que espero que las Musas decidan quedarse!
            Me encantaría que todos intentarais alguna vez conectar con vuestro yo creativo y experimentarais ese pico de ilusión que proporciona internarse en lugares lejanos e inalcanzables. ¡Es una gran terapia!
            ¡Pasad un gran y fabuloso día! 

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2 comentarios:

  1. Paaat, manana un poquito de historia vaaale?? que la semana pasada la dejaste muy interesante... ademas, que la musa ha vuelto, no??? besos!!!M

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  2. ¡Vale!!! Lo prometo, pero vamos a dejar a Svet en el coche y nos vamos a ir con Sara, ¿OK? ¡Que la pobrecita la tenemos muy agobiada con Ignacio en el suelo desmayado!!!
    ¡Ah!!! Y las Musas vuelven para Pam y los suyos.... ¡Es tan chula la nueva historia!!!!!
    ¡Un beso pa las Suizas!!!

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