1.      ¿Cuándo supo que quería dedicar su vida a las palabras? ¿Cómo lo supo?

No tengo un momento concreto en el que dijera: quiero escribir y quiero publicar. Nunca me dije: quiero ser escritora. A los trece años, más o menos, empecé a escribir un diario que parecía más una novela. Después fui escribiendo más cosas, cuentos, poesía… Lo hacía porque me gustaba crear algo juntando palabras y ver el resultado. Para mí aquello era jugar no “escribir” Más tarde me puse el reto de terminar una novela larga. A esas alturas ya andaba yo por foros de novela romántica y colgaba algunas cosillas. Quizá fue en ese justo momento cuando decidí que quería algo más. Quería escribir y que los demás leyeran lo que escribía.

2.      ¿La imaginación ha formado parte de su vida desde pequeña? ¿Escribía ya en libretas o en folios?

La imaginación es algo que forma parte de mi vida desde siempre. Cualquiera que se dedique a escribir, la tiene a raudales. Recuerdo que cuando era pequeña me sentaba e imaginaba mil situaciones diferentes, después pasé a escribirlas en el diario que te comentaba. Un libro verde, gordo, que muchísimos años más tarde, quemé.

3.      ¿Cree que la creatividad es innata a las personas o que se puede cultivar?

Creo que es innata. Hay personas que nacen con tendencia a crear e imaginar y otras que no. Eso no quiere decir que si alguien se lo propone, de manera consciente, no pueda crear lo que se proponga. Con total seguridad, lo hará, pero creo que le faltará el “corazón” Técnicamente será perfecto pero carecerá de lo más importante, el espíritu.

4.      A la hora de sentarse a escribir, ¿tiene un lugar predilecto? ¿O puede hacerlo en cualquier sitio?

En casa tengo un espacio para mí, pero no es imprescindible. Me gusta escribir a mano, así que cualquier sitio me sirve. Desde una cafetería a la sala de espera de un médico. Cuando estoy sola, la escritura me hace compañía y en cuanto veo la oportunidad, saco un puñado de hojas, que suelo llevar en el bolso y me aíslo de mundo.

5.      ¿Sigue algún patrón a la hora de crear? ¿Sigue un horario pre-establecido? ¿O simplemente espera a que le sobrevenga la inspiración para sentarse a escribir?

No tengo un horario pre-establecido. Como te comentaba, aprovecho cualquier oportunidad. Lo que sí tengo establecido es el horario nocturno. Todas las noches escribo un rato, aunque sea poco, haya o no inspiración.

6.      ¿Trabaja con esquemas previos, fichas de personajes y subtramas o se lanza a escribir a partir de una idea?

Pues combino las dos cosas. Al principio me lanzaba a la idea y la desarrollaba. Ahora, suelo hacer un esquema, que muchas veces cambio según van evolucionando los personajes. En ese aspecto no soy muy disciplinada.

7.      ¿Cuál sería su consejo para todos los que escribimos y seguimos en la sombra?

Pues parece que siempre decimos lo mismo, pero a mí me pasó. Estuve muchísimas veces a punto de rendirme, pero tengo un grupo de amigas maravillosas que no me dejaron, que me animaban a continuar a pesar del desánimo. Siempre me decían que creían en mí más que yo misma. Así que les hice caso y seguí. Ese es el consejo: Inténtalo una y otra vez, no importa cuántas. Acabo de leer hace un momento en el muro de facebook de una amiga que lo resume “Todo llega cuando tiene que llegar”.

8.      ¿Cómo logró publicar su primer libro? A todos los escritores noveles nos interesa conocer de primera mano si nuestros desvelos también han acosado a los editados.

Pues mandando la novela a un montón de editoriales. Algunas, ni siquiera contestaron, otras dijeron que no entraba en su línea editorial, incluso una me dijo que les gustaba mucho pero que no podía publicarla porque la economía no andaba muy bien. Bastantes decepciones hasta que El maquinista me llamó en el mes de febrero de 2010 y me dijeron que querían publicar una de las dos que les había mandado. Más tarde, publicarían la otra. Ese mismo año, el mismo mes que salió publicada “El viaje del presidente” me llamaron de Terciopelo para decirme que había ganado el premio con “La fórmula deseada” Se juntó todo a la vez. Durante un año he vivido en una nube. Por eso te digo que todo llega.

9.      En muchos momentos, al sentarme frente al ordenador, siento la soledad del escritor. ¿Usted cree que plasmar nuestros mundos paralelos en el papel es un camino solitario?

Desde luego es un camino que se recorre en solitario. Lo tiene que hacer el autor solo, pero no implica que estés solo en el camino. Hay personas alrededor que opinan y ayudan. ¿No has comentado nunca una escena que estás escribiendo con alguien cercano? Puede llegar a ser muy divertido.

10.  ¿En qué se basa para delinear los personajes? ¿Hay algo de su vida cotidiana que la ayude?

Definir cómo quieres que sean los personajes es lo más difícil. Tienes que tener muy claro lo que quieres y mantenerlo, con su correspondiente evolución a lo largo de la novela. No me baso en nada. Solo le doy muchas vueltas a la cabeza hasta saber qué quiero. De la vida cotidiana, supongo que saco los comportamientos, al fin y al cabo tienen que ser humanos y creíbles aunque en alguna ocasión se exagere un poco. Los protagonistas de las novelas románticas son a veces “tan perfectos” que no existen en la realidad aunque sí actúen como personas reales.

11.  En sus libros hay una mezcla especial de intriga, suspense y romanticismo. ¿Le costó mucho encontrar el equilibrio entre los géneros?

Hay que tener cuidado para que una parte no ahogue a la otra. A mí me encanta el suspense pero me atrae mucho más si está combinado con una buena historia de amor.

12.  ¿Se documenta mucho para sus novelas? ¿Cuál es su proceso de documentación?

La documentación es básica. Muchas veces, para utilizar una palabra o un dato hay que consultar un montón de fuentes. Para “El viaje del presidente” visité virtualmente las embajadas que se mencionan, incluso los campos militares de Irak.

Para “Envidia” tuve que investigar en la página del FBI y documentarme sobre enfermedades mentales. En “La fórmula deseada” la investigación sobre el Parkinson y sus tratamientos (aunque los conocía de primera mano) también fue decisiva. Internet es la fuente más utilizada. También pregunto a personas que, por sus profesiones, conocen en profundidad los temas que necesito.

13.  ¡Cuéntenos sus proyectos literarios!

Acabo de terminar una novela que no sé si es por ser la última pero estoy muy ilusionada con ella. Se desarrolla, parte en Barcelona, al principio, y después en Venecia. Digamos que es una novela contemporánea con toques históricos (Venecia a finales de siglo dieciocho y alguna pincelada paranormal. La está valorando la editorial.

Ya he empezado la siguiente. No puedo estar sin escribir nada.

14.  Por último, tras agradecerle su dedicación, me gustaría que sintetizara en una única frase qué le aporta esta profesión.

Muchísimas gracias a ti por interesarte en mí. Me siento halagada porque hayas querido hacerme esta entrevista.

En cuanto a qué me aporta esta profesión, son varias cosas, pero si tuviera que resumir lo dejaría en: compañía, satisfacción y algo que nunca había imaginado; un montón de amigos.