Punto y final de NDDB
¡Buenos días! Este fin de semana ha sido muy tranquilo y he
podido terminar la novela que llevaba entre manos. Con esta historia me ha
pasado algo extraño. Terminé tres cuartas partes en doce días, escribiendo con
una fiebre creativa intensa. Después vino la falta absoluta de inspiración
durante semanas y avanzaba a trompicones, sin encontrar el tono necesario para
escribir la trama que merecía.
Por fin he logrado ponerme en situación y darle el final que
merece porque me gusta mucho la idea. Es una historia que habla de segundas
oportunidades, de amores predestinados, de cómo un par de meses pueden cambiar
tu vida.
Maya es una protagonista que he disfrutado un montón. Es
espontánea, feliz, madura, despreocupada, fuerte… Me gusta cómo encara la vida
con esa positividad, buscando siempre la ilusión en los pequeños momentos, sin
agobiarse con el destino de sus decisiones. Aunque la vida le aseste golpes,
ella siempre consigue quedarse con la mejor parte de los sucesos.
Y él es un hombre con el alma herida, alguien con secretos,
con un pasado y un futuro dolosos. Oculta su identidad tras el nombre de
Prometeo, intenta parecer duro, no alterarse con nada porque no puede hacer promesas
a largo plazo, pero conocer a Maya desatará un hombre pasional en su interior,
le enredará en una historia intensa con fecha de caducidad y se llevará para
siempre una parte de él.
Porque, ¿existen los amores predestinados? ¿Puede la distancia
apagar para siempre un amor? ¿O a pesar del tiempo transcurrido las brasas arden
con facilidad? ¿Hay diversos grados de amor?
Durante la escritura de NDDB he pasado por muchos estados de
ánimo, he valorado muchas opciones, incluso he tenido una «discusión» muy
productiva con Mabel y me he leído varios libros en los que se trataba el tema
para llegar a una conclusión.
En toda la novela hay una parte dedicada al baile, a la forma
en la que una pasión puede unir a dos personas y cómo el lenguaje corporal
puede decir más que simples palabras. ¿Lograrán Maya y Prometeo un amor para
siempre? ¿O serán víctimas del tiempo?
No os voy a contar más, solo que se trata de una historia más
corta de las habituales, que he intentado dotarla de sensualidad y
sentimientos, que por una vez le he dado voz a dos primeras personas y que he
disfrutado muchísimo conociendo a mis protagonistas.
Sara, la administradora del blog El desván de las mil y un ha publicado una reseña de Cada día te espero a ti (enlace). Es bonito saber que le ha enganchado la historia y que Julia le ha parecido lo que es, una adolescente llena de tenacidad. Porque a los dieciséis, casi diecisiete, por muy madura que sea una persona, no deja de tener rasgos infantiles, como no preguntarse las connotaciones de insistir en iniciar una relación con Zack. ¡Gracias Sara!
¡Feliz día! J
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