¿Y ahora qué?
¡Buenos días! Hace un día bastante feo, desde la ventana
parece más oscuro que de costumbre, como si al cielo le diera por llenarse de
nubes y descargar una tormenta sobre nosotros tarde o temprano. Ayer en
Facebook anunciaban lluvias para hoy en Barcelona… Espero que sean esporádicas.
Cuando termino una novela normalmente me queda una resaca
durante unos días. Dejar a esos personajes que se han apoderado de mi alma,
aparcar esa historia que me ha llenado de sensaciones y no darle vueltas al
después una y otra vez me induce a sentir morriña, a llenarme de una ansiedad
extraña porque en realidad lo echo de menos.
¿Y ahora
qué?
Esta pregunta me martillea el cráneo, como si la falta de una historia para
llenar mi mente ansiosa de darle vueltas a algo me llenara necesidad. Porque mi
mente hiperactiva necesita crear, involucrarse en una aventura, sentirse
acompañada por los protagonistas, vivir enredada en una trama y no dejarla en
ningún instante.
Cuando escribo series este instante es menos impactante porque
no necesito esperar para escribir de nuevo, las ideas surgen, continúan y me
envuelven en una espiral de deseo de darle voz a la siguiente historia. A veces
a mitad de la escritura de una novela empiezo otra porque tengo un pálpito que
debo seguir y sencillamente prosigo con esa historia. Pero también existen las
pausas, los incisos necesarios para llenarme de energía otra vez.
La verdad es que últimamente estoy un poco errática en lo que
se refiere a la escritura. NDDB fue una montaña rusa de inspiración, con unas
subidas impresionantes y unas bajadas épicas. Pero la terminé, me gustó el
resultado y ahora debo esperar un tiempo para volver a ella y releerla con aire
crítico.
Tengo demasiadas ideas, demasiadas historias empezadas,
demasiados proyectos. Así que voy a optar por regresar a LB, a terminar esa
corrección maratoniana que nunca termina. Será mi puente cuando me quede en
este limbo extraño donde la inspiración se dispara hacia demasiados lados, sin
centrarse. Porque LB es una gran novela, un thriller coral con historias
románticas en él y un misterio importante.
Pam y Hugo me llenaron durante meses, crearlos fue una
experiencia casi mística, y estoy deseosa de darle la vuelta que necesita para
enamorar a algún lector, construir de nuevo la arquitectura de las palabras
para darle un ritmo más ágil, con cambios de registro y una lectura más fluida.
Aunque en este caso es la primera de una serie de cinco
novelas de las que solo terminé dos y media. Y si algún día termino esta
corrección me tocará seguir con las siguientes porque en esta entrega quedan muchos
misterios para resolver en la siguiente parte…
¡Feliz día! J
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