Ser feliz depende de ti
¡Buenos días! Pilas recargadas, ilusiones renovadas, felicidad
a raudales y un sinfín de instantes maravillosos para recordar. El fin de
semana ha sido perfecto. En las montañas, con días soleados, escritura,
lectura, paseos… ¿Qué más se puede pedir?
A veces la vida te lleva a sitios increíbles cuando menos te
lo esperas. Un día te despiertas y una parte de tus sueños está al alcance de
tu mano, a pesar de haberlos redimensionado. Solo necesitas alargar la mano
para cogerlos.
Si has llegado a este punto la única forma de sonreír cada día
es disfrutando de cada pequeño microsegundo, sin perder nunca la ilusión ni
imponerse nuevas metas más altas.
Hay gente que lo hace, que nunca se conforma, que siempre mira
más allá buscando constantemente superarse. Tener ambición no es malo, pero en
su justa medida, sin permitir que te nuble la posibilidad de ser feliz. Porque como
he dicho un millón de veces, la felicidad es algo que se ha de buscar, por lo
que se ha de luchar y en lo que se ha de creer.
Durante los largos años de batallar para llegar a las estanterías
de lectores he tenido altibajos. Hubo instantes en los que la frustración me
impedía ver el sol, convirtiéndose en nubes amenazantes de tormenta. Me costó
mucho creer en mí, trabajé duro, no me rendí nunca y conocí a personas
maravillosas a las que quiero y quienes me quieren sin corazas, tal como soy,
con mis virtudes y defectos.
Quizás me costó un poquito demasiado desligarme de algunas
cadenas, dejarme ir, no buscar siempre la perfección ni gustar a todo el mundo.
Nunca renunciaré a mi forma de ser, me gusta darle las oportunidades necesarias
a las personas que me decepcionan, recordar afectos pasados, avanzar con mis
amistades y ser leal.
Mi última gran deuda con la felicidad es más fácil de
solucionar, aunque ha habido momentos duros. Enfrentarme a las críticas
negativas. A medida que tengo más lectores la red se llena de opiniones
dispares. Al principio me costó aceptar las malas porque en mí se esconde una
perfeccionista nata, sentimental y con deseos de gustar. Pero ahora he
aprendido a quedarme con lo bueno de todo, incluso de las reseñas negativas.
Porque la vida es demasiado bonita para pasarla lamentándose por lo que no
gusta en vez de disfrutar con lo que sí gusta.
Este fin de semana han salido dos reseñas preciosas de CDTEAT.
Me quedo con ellas, con los mil mensajes de las lectoras que diariamente me
llegan por mil vías diferentes, con las ventas que no decaen, con el millón de experiencias
increíbles del último año. Ojalá nunca decaiga esta felicidad.
En el blog Isla de
letras la administradora recomienda CDTEAT para los amantes de la
literatura romántica juvenil (enlace) y en el blog Estoy entre páginas Cristina explica con bastante detalle la
historia sin spoilear (enlace).
¡Feliz día! J
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