¿Nos conocemos?
¡Buenos días! Hoy se cumplen cuatro semanas desde la publicación de 4ever 3A y solo me ha dado buenos momentos. Estoy feliz de haberme lanzado a la piscina con este libro, haber apostado por esa idea loca de un día de verano y haberle dado forma en dos novelas llenas de sentimiento.
Pronto tendré noticias de la próxima publicación de I8U y esperaré ansiosa a que os guste. Porque escribir una historia es algo muy íntimo, muy solitario y a la vez lleno de emociones al sentirme acompañada de los personajes, plagada de emociones.
Cuando mando el manuscrito final a la editorial, siempre siento los nervios de cedéroslo, de no poder reescribir, de no tener la potestad de cambiar ni una coma.
Dylan y Brenda fueron unos protagonistas intensos, de esos que se agarraron a mi alma con fiereza, descubriéndome su carácter poco a poco, dejándome atisbar en su corazón y colmándome de emociones.
Ahora toda mandar el desenlace, porque ya tengo las galeradas y una vez las dé por válidas, dejará de ser mío para llegar pronto a vuestras manos.
Este miércoles voy a protagonizar una nueva aventura. Me entrevistarán en directo en Instagram y me harán preguntas sobre la bilogía y sobre mi faceta de escritora. Será desde el Instagram de la editorial (enlace) a las 16:00.
La idea de ser parte de vuestras vidas durante la lectura de mis libros es preciosa, me encanta porque para mí escribir es crear otras vidas capaces de emocionar, de traspasar la barrera de la distancia, de llenar vuestros corazones. Porque de eso se trata leer, de sentir, de imaginar, de volar.
¿Por qué romántica? Parece mentira que haya acabado inmersa en este género sin esperarlo. De jovencita solo leía novelas románticas salidas de la enorme biblioteca de mi abuela. Amores imposibles en la época victoriana, dramas imposibles que siempre acababan bien, historias lacrimógenas y emocionantes… Crecí con ellas en mi mente, devorando las letras, sin contención. Porque leía como ahora, una media de setenta novelas al año.
Los libros me acompañaban, llenaban mis instantes de soledad, me completaban.
Cuando cumplí dieciséis años mi padre me regaló un libro que lo cambió todo por muchos años: El ocho, de Katherine Neville. Lo recuerdo como si fuera ahora. Lo leí en dos días, devorando las páginas, sintiéndome transportada a un mundo mágico. Y a partir de ese instante solo devoré thriller, novelas de intriga, policíacas… Y decidí escribir esos géneros.
La era de la romántica me pasó de largo durante muchos años. Lejos quedaban esas lecturas desenfrenadas de la estantería de mi abuela. Y el día que escribí mi primeras letras me dije que jamás me lanzaría a ese género.
Pero no puedes decir nunca haré algo sin estar abierta a darte de bruces con tu destino. Porque un día de 2013 me lancé a mi primera New Adult y descubrí todo un mundo de emociones escondidas en mi alma, una explosión de sentimientos, un lugar que deseaba explorar. Porque en la vida el amor es importante y el sentimiento sobre el que giran un montón de situaciones y decisiones.
Me encantaría poder decirle a mi abuela que fueron sus novelas las que me inspiraron, que su afición por leer fue contagiosa y que esos libros compartidos consiguieron hacerme crecer como escritora de mayor.
¡Feliz día!
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