Un poquito de libertad

7:47 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Llevamos tanto tiempo encerrados que las calles se llenan de gente ahora que nos empiezan a dejar salir. Y por suerte hace una temperatura muy agradable, hay muchas horas de luz y podemos pasear en compañía.
La situación no deja de ser surrealista. En serio. Me da miedo pensar en el después, en cómo vamos a sobrevivir a esta hecatombe, a cómo vamos a capear el temporal económico y social. Porque podemos salir a la calle, pero no hemos vencido al virus, las UCI siguen colapsadas y si de aquí a quince días volvemos a empezar a caer…


En fin, intentaré ser optimista como siempre, buscar la parte positiva y caminar siempre hacia delante valorando los nuevos pasos del camino.
Mi balance de estos días es increíble. He aprovechado un montón el tiempo, he escrito, he leído, he buscado trabajo, he realizado entrevistas online, he cocinado, he disfrutado de mi familia, he tomado el sol...
Escribir ha sido más fácil porque estar encerrada ha activado mi inspiración. Eso se ha traducido en una novela y media, aparte de la última revisión de I8U. Y mis ideas no terminan ahí porque siguen brotando para una tercera de esta serie que en mi cabeza siempre será la del confinamiento.


A la hora de leer he elegido muchos libros antiguos que tenía acumulados. Mi balance son diecinueve lecturas, algunas mejores que otras. Tener tiempo para devorar esas novelas sin interrupciones, sin agobios y sin muchas más obligaciones ha estado bien, como si fuera un verano repentino.  
Ahora va a tocar reinsertarse en la realidad poco a poco. Y me hace ilusión. Encontrar un trabajo, volver a la academia de inglés cuando nos lo permitan, al gimnasio a bailar, a tomar algo con una amiga, a caminar por la calle sin miedo… 


Soñar es bonito. Estos días lo he hecho, a lo grande, sin perder nunca la sonrisa. Porque a veces cerrar los ojos y conseguir tus metas en la imaginación es un chute de optimismo. ¿Quién no querría experimentar alguna vez esa sensación de llegar a la cúspide de tus deseos?
Por suerte la tecnología no nos separa de las personas queridas, nos acerca con mensajes, videollamadas, llamadas a secas, fotos, redes sociales… Eso ayuda a no sentirse tan encerrado y aislado socialmente.
Quizá ha sido más difícil para los jóvenes, los enamorados que viven separados, esos a quienes el estado de alarma les ha pillado lejos… Porque, ¿cómo es el amor en tiempos de coronavirus? Si vives con tu pareja puede ser maravilloso o una tortura, pero si estáis separados ha de ser una condena.
Esperemos que el destino nos tenga preparada una buena sorpresa y consigamos tirar adelante entre todos.
¡Feliz día! J

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