¡Es mágico!!!

10:01 Pat Casalà 6 Comments

¡Buenos días! Llevo tres noches con un sueño tan profundo que duermo diez horas seguidas. ¡Increíble! Una insomne crónica como yo le da muchísima importancia a estos acontecimientos únicos e irrepetibles, es como si durante tres días cambiara de cabeza y lograra descansar.

A veces pienso que me complico demasiado la vida, que debería abandonar muchas de las actividades diarias y dedicarme únicamente a lo que me apasiona, aunque cuando vuelvo al mundo real inicio otra vez la rutina y no me dejo nada en el tintero.

¡Qué bonito sería dedicarme únicamente a las palabras! ¡Vivir en esta casa, alejada de ruidos, prisas y contaminación! ¡Aparcar las labores de marketing, los horarios fijos, las cuentas, los esquemas! Soñar no cuesta dinero…

Vale, llevo tres días de reflexión en plan filosófica, creo que dormir, escribir, leer, tomar el sol, que los niños jueguen todo el día con los vecinos y no se peleen, caminar tranquilamente por el campo, respirar aire puro, escuchar el terapéutico silencio de estos parajes y sólo conectarme a Internet media hora al día me inducen a la meditación.

No tomo decisiones que luego no pueda cumplir ni me prometo metas inalcanzables, sin embargo me percato de que la vida es maravillosa y de que quizás la vivimos acelerados. ¡Qué bien se vive en un pueblo!

Siempre digo que la labor de escritura es solitaria, se trata de combinar la imaginación con las palabras, de transitar entre los mundos paralelos y los reales para formar un bucle de frases y momentos que hilvanen una trama cargada de intriga.

Cuando era pequeña y veía películas acerca de escritores que se aislaban para terminar sus obras pensaba que era absurdo, que escribir no podía ser tan difícil. Entonces me pasaba el día imaginando, creando, jugando en lugares imaginarios que se edificaban como posibles realidades alternativas.

Ahora veo esa circunstancia distinta. Cuando me siento en este sillón y paso horas tecleando sin descanso mi mente funciona como un catalizador. Es como si la inspiración brotara de cada pedacito de casa, de cada hoja, de cada átomo, de cada instante de silencio.

Quizás por eso por las noches las tramas se perfilan en los sueños y me traen retazos de la narración que tengo entre manos. Las piezas encajan con facilidad, las historias deambulan por un laberinto con salida y los personajes se convierten en mis compañeros de viaje, adquieren forma física, hablan, ríen, sufren, lloran, viven.

¡Ay, Pat! ¡Cómo me gustaría retirarme aquí! ¡Pasar las horas del día escribiendo! Es un deseo que me acompañará el resto de mis días, aunque cuando aterrice esta tarde en Barcelona voy a retomar mis quehaceres diarios con sonrisas y alegrías.

Y… ¡Ya basta de filosofía! El día despierta con un sol magnífico, nada empaña la estampa perfecta que se ve brillante desde mi sillón, las hojas sonríen con un vende intenso, el tejado de pizarra de la casa de enfrente reluce, el cielo está apenas manchado con cuatro nubecillas blancas y los pájaros vuelan en la lejanía…

Hoy toca continuar con la reescritura de Géminis, dotar de verosimilitud aquellos diálogos que escribí hace tantos años, cuando mis conocimientos técnicos eran pésimos. Es curioso cómo mi cabeza es capaz de almacenar tantísima información, hacía más de siete años que no tocaba esta novela y al empezar a releerla enseguida se formó la trama en mi cabeza, recordé cada instante, cada escena.

A veces escribo de nuevo un trozo de la narración y cuando avanzo en la lectura de los párrafos antiguos me encuentro con una escena idéntica, como si la imaginación me acabara de devolver la misma imagen.

Así me encanta escribir, con emoción, con ilusión, con sintonía con la narración. ¡Es mágico!

¡Feliz domingo a tos@s!!! J