¡Fuera lágrimas!

7:07 Pat Casalà 8 Comments


¡Buenos días! Hoy casi no tengo tiempo para escribir en el blog… Tengo una reunión a las ocho en punto y debo llegar unos minutos antes al despacho para prepararla y abrir el castillo.
Parece que el sol y las temperaturas vuelven a estabilizarse, igual que mis ilusiones y mis esperanzas. ¡Qué bonito es no esperar nada! ¡Ni ventas ni emails ni subidas en los rankings!
No os voy a negar que cuando veo una venta o un comentario en Amazon no me alegre, pero ya no estoy pendiente de ello todo el día ni necesito estar pegada a la pantalla ni vender para sonreír.
Hace pocos días me preguntaron porqué pongo que Antonia Kerrigan es mi agente literaria si cuando entras en su web no sale mi nombre. La verdad es que yo tengo en casa el contrato que firmamos y está vigente desde hace más de tres años, pero que ese contrato de momento no me ha reportado ninguna publicación con editorial.
De hecho hace seis años y medio que espero de la agencia algo que nunca llega, de ahí que muchas veces hable de esperas, angustias, desesperos… ¡Y es que durante todo este tiempo las esperas se acumulan sin descanso!
Desde que envío un mail hasta que me lo contestan tardan semanas, si tengo suerte de recibir respuesta… Y no, no es fácil vivir con esa ansiedad, sobre todo los primeros años, cuando todo son palabras y no hay contrato.
Con este post no quiero desalentar a nadie, no todos los casos son iguales ni todas las agencias funcionan igual ni todos los autores pueden pasar por el mismo proceso. Quizás mi trabajo no sea lo suficientemente bueno o la suerte no esté de mi lado. ¡Quién sabe!
Os cuento todo esto porque ahora espero respuesta a uno de mis últimos mails (enviado el pasado 19 de septiembre) y ya no me angustio ni abro el correo cada media hora ni anhelo ni nada, ya no creo que me llegue ni me agobio, sencillamente dejo que el tiempo transcurra, que mi día sea feliz, que mi deseo de escribir sea cada vez más fuerte y que mis ilusiones tomen el timón de mi vida.
Recuerdo cuando esperaba con aquella ansiedad que me hacía escuchar el móvil a todas horas aunque no sonara, que me llevaba a abrir el Outlook constantemente, con los ojos cerrados y unas cosquillas en el estómago mientras pedía: “por favor, por favor.”
Y luego me enfrentaba a la vacuidad del mail durante semanas y meses, con un “hablamos la semana que viene” que se convertía en: “¿la semana que viene de qué mes?”
Hay un momento para decir basta, para dejar de esperar, para cortar las ansiedades y las angustias, para vivir, sentir, disfrutar y entender que los deseos a veces no se cumplen, pero que lo más importante es disfrutar con el camino recorrido.
Ahora me lo paso en grande escribiendo, vuelvo a soñar en argumentos por las noches, vuelvo a vibrar con las tramas y vuelvo a darle vueltas y más vueltas a cada capítulo para dejarlo perfecto, para emocionarme constantemente con las historias que sacuden la vida de los protagonistas.
Supongo que también llegará el momento de plantearme el futuro de mi vocación, de pensar en si vale la pena seguir esperando un milagro o si debería subir todas las obras a Amazon y dejar que el tiempo corra… ¡Pero ese instante todavía no ha llegado!
Últimamente parezco un gurú de la autoayuda… ¡A ser feliz! ¡Arriba ese ánimo, fuera lágrimas, adiós mala pata! ¡Arriba nosotros! Jajajajaja.
¡Feliz día!

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8 comentarios:

  1. Es el mejor post que he leído hasta ahora en tu blog. Puedo asegurar y aseguro que vivir con incertidumbre es el peor de los castigos, el peor, ya no solo en asunto literario, sino en todas las etapas de la vida. Te pueden decir SI o Nó, pero mantenerte en ascuas no te deja vivir. Y te corroe la lucidez y te mina la salud y te destroza el alma. Una entrada muy recomendable para aquellos que persiguen un sueño, que tarda en materializarse… Oye, ¿no te has planteado escribir un libro de autoayuda?;-) Sigue viviendo.

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    1. Podría intentarlo... Aunque no sé yo si me saldría... ¡Gracias por tus palabras Pablo!!! Realmente para mí lo peor de todo es la incertidumbre... ¡Yo soy de sí o no!
      ¡BESOSSS!

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  2. ¡Arriba ese ánimo, fuera lágrimas, adiós mala pata!

    :P

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  3. Me parece que tal y como está el panorama, tanto de tiempo de crisis como de cantidad de autores, es muy difícil que eso que esperas suceda, así que, personalmente, pondría todas las obras que tengas ya pulidas en Amazon, porque allí, al menos, tendrás una satisfacción de vez en cuando y poco a poco seguro que vas dándote a conocer.
    ¡Ánimo y feliz martes!

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    1. Pues va a ser que tienes razón... ¡Vamos a ver qué pasa! Mientras corrijo a ver si sale otro camino, y si no, ¡pues a Amazon!! :-))

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  4. Siempre arriba, ese es el esp´´iritu. El tiempo seguro que te trae nuevas alegr´´ias, te las mereces.
    Un besote grande

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