Bailar, escribir y soñar
¡Buenos
días! Hoy tengo un día de lo más entretenido: IKEA, celebrar el cumpleaños de
mi madre, empezar a pensar en la Navidad, acabar de decidir qué voy a hacer con
las obras de mi casa… ¡Seguro que por la noche caigo rendida!
Ayer me animé
a entrar a una clase de Zumba, una nueva proposición de baile-fitnes de mi
gimnasio… No tengo la rodilla bien todavía y sigo notando que me cruje y se
mueve en cada paso, pero decidí que ya era hora de dejar a un lado el dolor y
retomar mi vida, algo importante para mí.
El profesor
era un chico colombiano que lleva el baile en la sangre. Contento, con la
sonrisa fija en los labios y una expresión divertida en la cara, se movía como
si cada uno de los pasos fuera algo sencillo, todo su cuerpo seguía a la música
y daba la impresión de que la ejecución de las coreografías era algo trivial,
algo que formaba parte de los acordes y se unía a ellos para amplificarlos.
La clase en
sí era sencilla, si pudiera saltar y flexionar como toca no hubiera entrañado
ninguna dificultad para mí, pero como los efectos de la operación tardan casi
un año en desaparecer, no tengo plena
movilidad. Así que me lo pasé bien, quemé un poco de grasa y me moví al ritmo
latino.
El Zumba
consiste en realizar pequeñas coreografías distintas con cada canción,
movimientos rítmicos, con mucho meneo de cadera, saltos y coordinación entre
los brazos y las piernas. Los pasos de baile son básicos, así que todo el mundo
es capaz de seguirlos.
De momento
voy a continuar asistiendo a esta clase de los viernes, es una manera de retomar
mis devaneos con la danza de manera no muy brusca, aunque el día que pueda
soltarme del todo quizás me quede pequeña…
El lunes y
el miércoles también vuelvo a bailar… Poco a poco todo se va asentando en su
lugar, la vida transcurre con facilidad, saltando de un lado a otro, trazando
mis prioridades y permitiendo que todos los sucesos de estos últimos años se atenúen
lentamente.
En Amazon
voy vendiendo, y eso es genial. Los comentarios de las novelas y las reseñas son
altamente positivos, así que estoy contentísima con el resultado de esta
aventura, lo más importante para mí es llegar a emocionar a los lectores, esa
es mi actual meta.
Espero que
las ventas continúen aumentando en número cada día, que me dejéis comentarios
de las novelas, que penséis que aquí estoy para lo que necesitéis, ¡me encanta
recibir vuestras impresiones!
Lo único que
me falta es tiempo para escribir, para volver a sentir las cosquillas en el
estómago cuando tengo una idea y fluye sin medida, cuando mis mundos paralelos
llenan las hojas del Word, cuando nada es más importante que la historia que
crece lentamente… Así que debo replantearme algunas cosas.
No puedo
continuar con la promoción diaria de las novelas de venta en Amazon sin
descuidar la escritura, ambas actividades están contrapuestas… Y creo que me
voy a tomar unos días de descanso publicitario para que mi inspiración regrese
a mí, es que ahora parece que se ha ido a las Bahamas y no quiera volver.
Si me queda
espacio para un par de acciones promocionales al día lo aprovecharé, pero
quiero dedicar mis ratos libres a la escritura…
Ufffffff, me
voy al IKEA. ¡Os veo mañana! J
Feliz sábado :-)
ResponderEliminar¡Feliz domingo! :-)
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