El fin de una etapa...
Cuando una
etapa de mi vida se cierra siento como si todo se tambaleara a mi alrededor. No
me gustan los cambios, me cuesta aceptar las nuevas circunstancias y virar el
rumbo en los momentos precisos, igual que me aterra a veces estar sola ante el
peligro. Quizás he pecado de cobarde o de falta de autoestima o de exceso de credibilidad…
Pero siempre
llega el momento en el que has de mirar a la cara la realidad, enfrentarse a
ella y tomar una decisión, por muy difícil que te parezca en ese instante. No
se puede vivir encadenado a una ilusión ni con esa sensación de espera continua
que te crespa los nervios y mina tu autoestima.
Han sido casi
siete años de sueños, de expectativas creadas y derrumbadas, de trabajo duro y
de esperas, largas y agotadoras esperas frente al Outlook, con el corazón
encogido cuando las semanas se convertían en meses y los meses en años. Mañana
voy a agradecer no esperar más emails,
porque ahora sé que no van a llegar y lo acepto con tranquilidad.
Recuerdo
momentos, instantes, palabras, ilusiones y emociones. Cuando los nervios me
impedían hablar tranquila por teléfono o de viva voz, siempre con la sensación
de que si se acababa me quedaría sola y no sería capaz de sobrevivir en la
jungla de la literatura, siempre con la sensación de estar al filo del abismo,
como si no pudiera saltar por miedo a caer en un precipicio demasiado profundo.
Ha habido
momentos mágicos, como cuando yo estaba en La Cerdanya y mi marido llegó con el
ansiado contrato, ¡llevaba cuatro años esperando ese momento! Mi marido me
regaló un reloj blanco chulísimo y trajo también una botella de cava para
celebrarlo. ¡Pensaba que tocaba el cielo de la alegría!
Peco de
idealista y crédula, no puedo evitar pensar que los demás van a darlo todo,
como yo lo hago, pero muchas veces me equivoco… Pensaba que tener un agente era
tener una amiga, una persona que está a tu lado mientras creces como escritora,
alguien que realmente desea colocar tu trabajo y con quien mantienes una relación
de amistad. Pero me equivocaba.
Quizás soy
mala escritora, quizás no he estado a la altura, quizás nunca publicaré en
papel, quizás debería tirar la toalla… Lo que tengo claro es que no puedo
pasarme la vida esperando a que las cosas sucedan, que escuchar constantemente
que tu trabajo no está a la altura erosiona la capacidad de soñar y crear y que
las cosas pasan por una razón.
Se termina
una etapa a la que le di mucho valor, en la que creí, por la que aposté y
que me ha reportado madurez en la escritura, muchos disgustos y algunos
momentos maravillosos.
Y duele,
claro que duele, cuesta aceptar que todo ha sido un espejismo, un sueño
inalcanzable que me ha acompañado durante demasiado tiempo, algo a lo que he
dado demasiado valor y en lo que he creído con demasiado fervor. Pero ha llegado
la hora de ser valiente, de aceptar que todo tiene un final y que a partir de
ahora voy a caminar sola, aunque la verdad es que ya llevaba años en esa
situación…
Por eso ahora
estoy compuesta y sin agente, pero con la ilusión de encaminarme hacia un nuevo
futuro, uno donde las esperas infructuosas ante el teléfono y el mail formen
parte del pasado, uno en el que quizás nunca llegue a nada, pero en el que me
sentiré dueña de mi propio destino y avanzaré con la certeza
de que mis pies no se tambalean entre arenas movedizas.
¡Feliz noche!
Cada uno tenemos nuestros motivos para tomar nuestras decisiones. Sea como sea, te deseo mucha suerte para lo que te depare el futuro de aquí en adelante.
ResponderEliminarBesos
¡Gracias guapa! A veces cuesta tomar decisiones, pero es necesario para avanzar... ¡BESOS!
EliminarUna muy feliz noche reparadora y tranquilizadora.
ResponderEliminarPorque estás "compuesta y sin agente", pero estás "compuesta y con marido" (por aquello del sin novio ;-)y sobre todo estás "compuesta y contigo misma".
Como dices, tampoco va a ser mucho peor, al contrario, ya que hasta ahora era como estar sola pero sin el como; has estado luchando tu sola con estados de ansiedad, esperando y eso es muy agobiante y deprimente.
Te va a venir muy bien estar "sola ante el peligro".
Dale tiempo a tus obras en Amazon y sigue escribiendo y publicando... nunca se sabe que nos depara el minuto siguiente del que estamos viviendo.
Un abrazo grande.
¡Gracias Pilar! Estoy segura de que mañana volverá a salir el sol... Es algo que tenía que hacer... ¡Gracias por estar siempre ahí! :-)
EliminarAdelante Pat, empieza con ilusión y segura de ti misma.
ResponderEliminarTal vez es lo que necesitas, luchar tú sola.
Yo descorcho una virtual botella de champagne por tu futuro , que seguro es magnifico.
Suerte y un beso.
¡Gracias Pilar! ¡Brindo a tu salud!! ¡BESOSSS!
EliminarBueno, por fin has saltado, y no te has roto nada. Ahora eres libre. Yo me quedaría con los buenos momentos mágicos que eso ocasionó. Con los que no han dejado de apoyarte y continúan creyendo en ti. Tocar el cielo con ellos. Sobre eso, ahora, construye tu futuro. Necesitabas desprenderte de ese lastre para avanzar, como bien dices. Y para nada es pecado soñar. El que más y el que menos ha pasado por una situación similar. Me hubiera gustado corregirte este post tuyo antes de que lo publicaras, quitar todos los quizás y toda esa autoflagelación que te infringes una y otra vez. Sigue creyendo en ti, que nada ni nadie te robe tu ilusión. ¡Y a bailar como una loca con la vida!
ResponderEliminarVale, prometo no autoflagelarme más, tenía mucho miedo de saltar y no, no me he roto nada, solo he derramado algunas lágrimas... ¡Pero siete años es mucho tiempo! Ahora toca construir mi futuro y ver qué me depara... ¡Gracias Pablo! :-)
Eliminar¡Besos!
A mi tampoco me gustan los cambios, pero nada de derrumbarse, porque hay cambios para mejor y estoy segura d q ahora empieza una etapa nueva q t va a dar muchas alegr´ias. Poco a poco, despacito.
ResponderEliminarTienes el apoyo de mucha gente, estoy segura.
Much´isimos besos y ´animooo.
¡Gracias guapa! Tomar una decisión así cuesta muchísimo, y más cuando los años de dedicación han sido tan intensos, pero creo que he hecho bien, que he escogido el camino que debía. Ahora queda esperar a ver qué me depara el futuro.
Eliminar¡BESOS!
Todo tiene su parte buena y aquí se confirma: ilusión, esperanza y trabajo. Estabas en el camino correcto antes y ahora también. Las cosas suceden cuando tienen que suceder.
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces no somos conscientes de lo mucho que necesitamos librearnos de las angustias... ¡BESOS!!
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