¡Empezamos la semana con energía!
¡Buenos días! Brrrrrr, ¡qué frío! El otoño cambia lentamente el
color de los árboles y deja un paisaje precioso. Ayer, mientras venía por la
Collada de Toses, me maravillé de la naturaleza que nos envuelve, de lo
precioso que puede ser ese cambio de estación, de todo lo que implica avanzar,
crecer, mudar, aceptar el fin de una era para iniciar una de nueva.
Esta semana se presenta genial: el miércoles no os podéis perder
la entrevista a Javier Sierra, ¡estoy tan contenta de que aceptara contestarla!
El miércoles os contaré cómo fue el proceso de petición, de aceptación, de
redacción… ¡A ver si os emociona tanto como a mí!
En un momento de la semana me llegará un borrador del book trailer
de El Secreto de las Cuartetas –
Descifrando las Profecías de Nostradamus. ¡Ya tengo ganas de ver el
resultado! La verdad es que la empresa VissualBook tiene un gran profesional
que monta los vídeos y estoy contentísima.
Tengo mucho trabajo, cuatro días de vacaciones pasan factura
después, pero no me importa trabajar, ¡la vida es mejor cunado disfrutas de lo
que haces! Así que ese un aliciente de ir al despacho: tener cosas que hacer
para todas las horas.
Creo que esta semana voy a intentar volver a bailar. El médico me
dijo que esperara un poco, pero quiero intentarlo, a ver si mi rodilla aguanta,
a ver si soy capaz de dejarme llevar por los acordes, de flotar por la sala, de
sentir que la vitalidad me envuelve lentamente y se lleva mi mente hiperactiva
al limbo del descanso. ¡Ya os contaré si lo consigo!
Este fin de semana he terminado la última revisión de La Luna de
Ónixon, la subí ayer por la mañana y ya está lista para la venta. Eso quiere
decir que tengo un tiempo sabático, que puedo cogerme unas vacaciones
literarias, que durante unas semanas intentaré no pensar en novelas ni en
escrituras ni en nada parecido, solo me concentraré en buscar entrevistados, en
publicitar las novelas y los book trailers y en hacer lo que me venga en gana.
Tengo una cita pendiente con Géminis, pero de momento la voy a
aparcar. Estoy saturada, necesito tomar aire, distancia, fuelle para ese salto
al vacío en el que me arropan personas cercanas y otras no tan cercanas. Quizás
mi vida entra en una nueva estación, una que algo me depara y no puedo adivinar
qué es…
He recuperado algo que creía perdido: la fe en mí. Tantos años de
mi vida escuchando lo mismo acaban pasando factura. Y no tengo ganas ni de
dejar de escribir ni de dejar de sentir ni de dejar de soñar, así que esta
tarde o esta noche, cuando tenga tiempo, saltaré y cerraré los ojos, a ver si
caigo de espaldas o de pie.
Luego unas vacaciones sabáticas y, cuando me reponga de la caída,
volveré a iniciar la búsqueda de mi sueño, la ilusión que cada día me empuja a
estar aquí a estas horas de la mañana, el motor de mis ilusiones. Si solo me
leen cuatro, celebraré esos cuatro con una copa de cava y si algún día son más,
¡pues dos copas!
¡Espero que me acompañéis en el camino! ¡BESOS! J
:-) Feliz lunes.
ResponderEliminarEspero que no sea una copa cada 4 porque te vas a coger una buena ;-)
Disfruta.
Jajajajaja, si partimos de base que soy completamente abstemia... ¡Solo con una me sube a la cabeza! :-)
Eliminar¡Feliz día!