De sushi y comida rápida
¡Buenos días! Se terminó el fin de semana… Es una pena que el sol
aparezca hoy en vez de ayer, tenía muchísimas ganas de tomarlo. Bueno,
esperemos que el próximo finde pueda tumbarme en una hamaca y permitir que los
rayos solares me bronceen.
Ayer era el santo de mi hijo Àlex, como regalo pidió ir a un Wok,
una de sus comidas favoritas es el sushi. ¡Cómo cambian las épocas! Cuando yo
era pequeña lo máximo era el Pokin’s, un local parecido a los McDonald’s que abrió
en mi ciudad. En Barcelona había varios, yo frecuentaba el de la plaza Fransesc
Macià.
Para nosotros era el lugar de encuentro, el primer sitio de comida
basura que tenía éxito en la ciudad. Solía pedir un bikini llamado Bikiboom (o algo parecido…). En realidad
era un bocadillo de jamón y queso con pan de hamburguesa.
¡Qué tiempos aquellos! Es una pena que este local acabara cerrando
sus puertas. Quizás todavía queda alguno en Barcelona, yo no solía ir a los
otros, así que me costaría ubicar los demás.
Me gustaba tanto el Pokin’s que incluso celebré una fiesta de
cumpleaños en las mesas de la parte de arriba, con bocatas, Nuggets de pollo,
refrescos, muchas patatas…
Mis hijos en cambio prefieren mil veces la comida japonesa. Ahora
yo también, ¡donde esté un buen sushi que se quite la comida rápida! Últimamente
la oferta de restaurantes japoneses a precio asequible ha aumentado
considerablemente. Hay un montón de sitios a los que ir sin gastarse una
fortuna, pero no todos son buenos.
La mejor relación calidad-precio la encuentro en el Toyo, un
buffet giratorio en el barrio de Gràcia de Barcelona con creaciones de una altísima calidad y un precio que no
difiere demasiado de los Woks que proliferan en la ciudad. Me encanta la
variedad de makis que ofrecen, sus variantes para no acabar harto de comer
siempre lo mismo, los pinchitos de pollo, la calidad indiscutible de la tempura
recién hecha… Además, los camareros son muy amables y cuando les pides algo que
no está en la cinta te lo traen especialmente para ti.
El único inconveniente de este restaurante es la cantidad de gente
que hace cola en la puerta si no vas muy temprano. Ayer llegamos a las nueve
menos diez y ya no había sitio en la cinta. Aunque te ofrecen la posibilidad de
sentarte en una mesa y te traen unas bandejas de variado de sushi que son
impresionantes.
Ahora me duele la barriga…
¡Feliz día! J
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