Soñar despierta

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Tengo una canción en la cabeza de esas que se repiten sin cesar para recordarme sensaciones olvidadas. Es curioso cómo una melodía puede aflorar emociones y ofrecerme una vía para soñar en imposibles. Es bonito caminar por la vida con esa satisfacción, aunque solo sea en mi imaginación y no algo real y tangible.
El sol se filtra por el horizonte para teñir el cielo de un azul intenso. Me encantan los amaneceres, los colores rojizos y anaranjados que dominan la salida del sol, la manera en la que la oscuridad se torna claridad para iluminarnos el día.
Pocos sonidos empañan mi paz matutina, algunos pájaros que pían en la terraza, unas tuberías inquietas por las que el agua circula rumbo a alguna parte, el tableteo de mis palabras en el teclado, el rumor de un vecino que se ducha… Apenas quedan unos minutos para levantarme e iniciar mi jornada laboral, pero me resisto a abandonar la serenidad de los días de asueto, todavía tengo enganchada a mí esa sensación de que alcanzar la luna es factible.
No necesito cerrar los ojos para visualizar mis sueños, con un conector me basta. Es una de las capacidades que más me sirven en la vida, cuando encuentro ese remanso de tranquilidad que propicia vivir por unas horas otra vida sin perjudicar a la actual.
Siento, me emociono, sonrío y lloro si hace falta, moro en la coraza de una persona diferente, consigo avanzar con ella y pertenecer a su mundo, como si cualquier cosa fuera posible. La música suele funcionar como un vehículo para traspasar la frontera de la realidad e internarme en un lugar donde alcanzo mis anhelos.
Regresar a mi vida cotidiana no supone un problema, sencillamente me integro en ella aparcando esa ensoñación, con las emociones a flor de piel y una de esas sonrisas que cuentan de borrar. Es bonito saber que en mi imaginación realizo alguna de mis locas ideas.
Así que ahora toca bajar del cielo y caminar por tierra firme destino a la oficina, donde los papeles se acumulan, las obligaciones mandan y las mil tareas diarias reclaman mi absoluta concentración.
 ¡Feliz día! J


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