Ideas y recuerdos
¡Buenos días! San viernes… Hay semanas en las que agradezco de
veras este día, pensar que me quedan dos enteros para descansar, dormir y
escribir me llena de ilusión. A ver qué me deparan las letras este fin de
semana…
De momento toca irse a trabajar con una sonrisa, despejar la mesa
y quedar satisfecha con las tareas bien hechas, no vale hacer las cosas a
medias ni sacárselas de encima sin intentar que salgan lo mejor posible.
Tampoco es lícito no encontrarle la parte positiva a las actividades laborales.
Ayer os decía lo importante que es valorar lo que se tiene antes
de que sea demasiado tarde. Soy feliz con muchísimas partes de mi trabajo,
tengo unos compañeros geniales, una responsabilidad que se me da bien y la
tengo por la mano, un despacho perfecto… ¡Qué más se puede pedir!
Para escribir bien y con las ideas claras hay que tener bagaje de
cualquier tipo. Los recuerdos conforman un ahora lleno de matices para tintar
cada personaje y las situaciones a las que se enfrenta. Guardar como un tesoro
cualquier instante del pasado para utilizarlo en una narración es parte de la
esencia de un escritor.
Cuando leemos un libro encontramos muchas pistas acerca de la
persona que se ha pasado una parte de su tiempo creándola. En las palabras te
dejas un pedacito de tu alma y llenas las escenas de inquietudes personales,
ideas que te han aportado otros libros, unas series, unas películas…
Para dibujar la personalidad de una persona hay que tirar de tus
impresiones en situaciones determinadas. A veces la pasión que imprimes en un
personaje es la misma que te dicta tu corazón, la que piensas que te llenaría
en momentos como ese.
Aunque también existe la parte inventada, aquella en la que puedes
navegar dentro de otra nave, sentir lo que el personaje y viajar con la
imaginación a lugares inexplorados. En este saco meto los crímenes, las tramas
paranormales, la fantasía…
A veces mis lectoras beta me
preguntan de dónde saco las ideas para crear a un monstruo particular. Me nutro
de impresiones a la hora de leer textos ajenos, de ver películas o series de
televisión. Analizo los instantes álgidos para mí, me pongo en la piel de los
personajes y estiro la manta para ver dentro de ellos.
Es importante vivir, exprimir cada instante, ver más allá de lo
que se te muestra a simple vista y conformar un cúmulo de recuerdos para nutrir
las tramas con verosimilitud.
¡Feliz día! J
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