Llegó el lunes...
¡Buenos días! Este fin de semana he terminado de repasar la
segunda parte de la trilogía Sin ti,
he visto un par de capítulos de las series que sigo, he avanzado en la lectura
de Tres veces tú y una película que a
pesar de ser preciosa me ha dejado un mal sabor de boca.
A veces vas al cine con grandes expectativas y te encuentras
que el final de la película te deja tocado. Es el caso de La La Land. Soy una apasionada de los musicales, era de las que
disfrutaban con Fred Aster, Ginger Roger, Gen Kelly… Me entusiasmó Grease, West Side Story, Flashdance,
Fama, Sonrisas y lágrimas, Dirty dancing… No me pierdo ni una entrega de Street dance ni de las películas de
baile de la actualidad porque las coreografías, la música, los bailes y la puesta
en escena me emocionan llenándome de sonrisas.
Ayer salí del cine bastante disgustada. Supongo que con el
tiempo esa sensación se diluirá, pero admito que me quedé tocada porque la romántica
que hay en mí se quedó triste… Y no voy a decir más por si alguien va a ver la
película.
Tampoco me está encantando el libro de Moccia. Está claro que
últimamente no acierto con mis elecciones. No conecto con los personajes
principales, me parecen unos capullos integrales y me duelen sus actitudes. Por
suerte hay algunas tramas secundarias que sí me atrapan y con ellas avanzo más
deprisa.
El viernes y el sábado me enfrenté a reseñas de Un último día conmigo. Cuando empecé a escribir creía que la
verdadera finalidad de terminar una novela era compartirla con los demás, tener
lectores, llegar a las librerías y gustar. Ahora veo las cosas diferentes
porque aunque me costó años, acabé entendiendo que lo verdaderamente importante
es disfrutar del camino, vibrar con los personajes y mejorar con cada
manuscrito, bebiendo de las opiniones y de las ilusiones.
Cuando una crítica está bien hecha, sin ser incisiva, solo con
la naturalidad de explicar una opinión, es una manera perfecta para descubrir
errores, para analizarlos, para saber si vale la pena tenerlos en cuenta para
la nueva novela que tenga entre manos. Por eso cada vez que sale una reseña
tiemblo y me enfrento a su lectura con una mezcla de emociones encontradas.
Helena Pinén, del blog Entre
libros siempre, compañera de editorial con El sueño de Ruby (un libro que me encantó y recomiendo muchísimo)
me dio cinco estrellas en Un último día
conmigo. Su reseña (enlace) me alegró el día porque en ella se puede
apreciar que disfrutó de la lectura. ¡Gracias Lena!
En el blog Entre metáforas
me dieron cuatro estrellas (enlace). A la administradora le gustó la novela,
pero se le hizo un poco lenta la lectura por las descripciones. Y el final le
pareció un poco precipitado, pero la hizo llorar. ¡Me encantaró tu reseña! ¡Gracias!
¡Feliz día! J
Sabes que tus letras son maravillosas. Por ahí también vi otra reseña muy positiva... Habrá que leerlo!!
ResponderEliminarA ver si te gusta... ¡Un beso!
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