Solo quedan 14 días para CDTEAT....
¡Buenos días! He estado un poco ausente, desaparecida más
bien. Mucho trabajo, galeradas, mil cosas a las que atender… Estoy feliz con
las novedades, con los acontecimientos y con las galeradas de Cada día te espero a ti. Releer la
novela es apasionante.
Se me acumula el trabajo… En el despacho he pasado una
auditoría de cuentas a toda pastilla, trabajando muchas más horas de las
habituales, dándolo todo. En casa sigo con las correcciones a toda marcha, con
la preparación de sorpresas para el RA, con mil ideas inconexas en la cabeza,
con una sonrisa inmensa cada día.
La historia de Julia y Zack fue absorbente, me tuvo
literalmente enganchada al ordenador durante semanas, sin casi tener un
instante de respiro. Era como si los personajes se hubieran introducido por las
grietas de mi piel para convertirse en parte de mi alma.
Escribía a todas horas, pensaba en ellos sin detenerme y tenía
una fiebre creativa difícil de repetir. Era como si Zaclia se hubiera convertido
en mi aliento, como si fuera una extensión de mí.
Ahora me gusta releer, sentir y volver a conectar con ellos.
Es como si el tiempo de separación no existiera, como si pudiera volver a esos
momentos de absoluta conexión para vivir su aventura.
Quedan catorce días para verlo a la venta, dos semanas… Ahora
siento los nervios de no saber si os va a gustar, si vais a sentiros atrapados
por la historia, si os van a emocionar como a mí.
Julia es una chica con un carácter muy fuerte y decidido, a
pesar de los obstáculos, de las negativas de Zack y de la ilegalidad de sus pretensiones
no cesa en el empeño de conseguirlo. Hay una conversación con su inseparable
Penny que muestra hasta dónde está dispuesta a llegar:
—Zack es
el hombre de mi vida y voy a conseguirlo cueste lo que cueste porque él también
está enamorado de mí, estoy segura. —Soplo para reafirmar mi decisión—. Ya he
esperado las seis putas semanas de rigor.
—Eres una
cabezota —se queja—. ¿Cómo lo vas a hacer? No parece demasiado interesado en
saltarse las normas y no para de rechazarse.
—Solo
necesita darse cuenta de que no puede vivir sin mí. —Esgrimo una ancha
sonrisa—. No me voy a rendir, mi estrategia es clara: acoso y derribo.
Y sigue esa estrategia sin amilanarse, recta hacia la meta,
con las ideas muy claras, sin escuchar los mil motivos que él esgrime para
apartarla de su pensamiento.
Zack no quiere saltarse las normas, intenta evitar sus sentimientos,
busca la manera de borrarla de su corazón, pero su cuerpo y su mente se rebelan
contra esa intención de apartarse de su camino.
Me encanta este trozo:
Me ignora
y pasa de largo sin contestarme. Le sigo a corta distancia apretando el paso.
—¿Por qué
no me hablas? —le increpo al alcanzarle. Sin querer llamo la atención de
algunos pilotos—. No es justo.
—Estás
traspasando una línea prohibida Ju. —Se detiene un segundo y me mira con
rabia—. ¿Qué pretendes conseguir con mensajes como los de esta mañana?
—Que te
fijes en mí. —Le paseo el dedo por el vientre—. Ya te lo he dicho, cada día te
espero a ti. Te quiero.
—Eres una
cría —suelta quitándome el dedo de su uniforme—. No me interesas como amiga ni
como mujer ni como nada. Solo eres la vecina de enfrente, la hija del General y
la hermana de Swan, nada más. ¿Lo entiendes? Así que deja de lanzarme miraditas
e indirectas, de escribirme mensajes y de perseguirme. Esos carteles los podría
ver cualquiera desde la calle e interpretarlos mal.
Es como
si acabaran de abofetearme. Aprieto los dientes, soplo y aguanto su mirada.
—Pues si
eso es lo que piensas de mí ya me encargaré de cambiar tu opinión.
Ains… Solo catorce días para compartirlo con vosotros… No puedo
esperar…
¡Feliz día! J
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