¿Enamorarse rápido o a fuego lento?
¡Buenos días! Parece que los días me acercan a una nueva
publicación. Es una pasada saber que todo el esfuerzo de los últimos años va a fructificar
en historias que comparta con vosotros. Y es algo maravilloso, tanto que a
veces me cuesta asimilar la inmensidad de la alegría que me produce pensarlo.
En las redes ya empiezan a compartir la próxima publicación de
Perdida en la niebla de la mano de
Romantic Ediciones. Me emociono al pensar que vais a conocer a Sussie y a
Ernesto, a descubrir una historia donde el thriller
de fondo es importante para conocer bien a la protagonista.
Recuerdo con nostalgia feliz esos días en los que hilvanaba
esta historia. Acababa de tener mi primer gran éxito con Ecos del pasado, pero había recibido muchas opiniones negativas
hacia la rapidez en la que Jessie y Noah se enamoran.
No estoy del todo de acuerdo con ellas porque creo en el amor
a primera vista y en la posibilidad de empezar una historia a los pocos días de
conocerte, incluso a las pocas horas, si la atracción es potente. Pero cuando
empecé PELN tenía muy claro que quería explorar una nueva manera de enamorarse,
más lenta, más pausada, con un secreto del pasado que enturbia la posibilidad
de que Sussie se lance a los brazos de Ernesto como desea.
A veces mi mente necesita adentrarse en un terreno
desconocido, darle profundidad a algunas de las historias y permitir que no
exista esa corriente chispeante desde el inicio para llevar a los personajes a
sentirse en la distancia, aderezar su interacción con momentos intensos donde
los sentimientos flotan en el ambiente.
Otras me apetece un romance rápido, sin demasiados preámbulos,
como el instant love de Iris y André
en Dúo. Está basado en una historia
real, en una que acabó en boda. Y me encanta esa interacción entre ellos, la
música que les une, la atracción que surge desde el inicio, esa corriente de
cercanía, su manera de acabar juntos… No siempre se puede hablar de un amor
lento, en la vida hay muchas maneras de conocer a la pareja de tus sueños.
Hablar de Dúo me
recuerda muchas emociones enlatadas en una preciosa historia. La parte de
Margaret, acompañarla durante toda su vida, descubrir su forma de madurar, su
evolución, sus cambios de forma de pensar, su amor truncado por la desgracia… ¡Fue
tan increíble! Cuando pienso en ella suspiro porque aunque el final fuera
triste y la vida no consiguiera otorgarle la posibilidad de redimir el daño causado
por otros, Margaret fue una mujer increíble y me encantó darle vida.
En Cada día te espero a
ti el amor es casi instantáneo, pero hay tantos obstáculos que les cuesta
encontrar la senda para estar juntos…
¡Feliz día! J
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