Pasión
¡Buenos días! Hoy me despierto con muchísima energía y ganas
de comerme el mundo. Hacía mucho tiempo que no sentía esa sensación de estar escribiendo
una historia que me conecta con los personajes. Quizás la más fuerte a nivel emocional
para mí fue Cada día te espero a ti y
le sigue Mi vida sin ti.
A veces requiero de esa conexión extrema y otras basta con
volcar una parte de mis sentimientos en la trama.
Es difícil explicar eso de la conexión porque la intensidad
emocional suele ser importante para escribir, pero no siempre estoy tan ligada
a la historia, a los personajes, a esas letras que brotan de mi interior.
Recuerdo los días de escritura de CDTEAT, cómo sentía
electricidad en el ambiente mientras mis dedos surcaban el teclado, esas
chispas que chisporroteaban en el aire cercano a mí e inundaban mis venas de
ideas, sensaciones, instantes.
No podía dejar de pensar en Julia y en Zack, era como si se
hubieran tatuado en mi mente. Y no paraba de darle vueltas a cada giro de la
trama en cualquier momento, sin atender
a la hora ni al lugar. Incluso en el trabajo me dispersaba a veces y necesitaba
fuerza de voluntad para centrarme de nuevo.
El resultado fueron ciento treinta y dos mil doscientas
treinta y una palabras en un mes y medio. Creo que nunca más en mi vida voy a
lograr esa proeza de nuevo. Aunque luego necesité unas semanas para corregir y
añadir algunas escenas, nunca antes había sentido algo igual.
Inevitablemente acabé escribiendo la segunda y la tercera
parte a la velocidad de la luz, sin desear desprenderme nunca de Zaclia.
Pero llegó el momento de decirles adiós y decidí no hacerlo
del todo dándole vida a la historia de Luke. Y entonces aparecieron Kristie,
Steff y Dennis en mi vida, haciéndome replantearme muchísimas cosas. Las
hermanas Edwards vinieron pisando fuerte. Y Dennis se asió a mi alma.
Ayer Ester, del blog Reading
without stopping publicó una reseña de Mi
vida sin ti (enlace), la quinta de la serie, la historia de Swan y Steff. Mientras
la escribía tenía claro que era la más alejada de la serie, la trama menos
parecida a las anteriores, pero fueron los personajes los que me impulsaron a
ese cambio y a veces es necesario bajar el ritmo de tira y afloja para darles
una oportunidad.
Me gustó ese cambio de registro mientras avanzaba en la
relación de Luke y Kris para llegar al final de la serie con Contradirección, sin frenos y sin ti. Y
sí, quizás escribí una historia de amor después de haberse conocido y enamorado
en Cuando estoy sin ti, pero fue a
propósito porque me sentí impulsada por la fuerza de Sweef.
Me gusta escribir lo que siento y espero seguir la estela de
mis emociones dando vida a los personajes de 4E3A.
¡Feliz día! J
¡Ay, Pat! Siempre que te leo consigues hacerme vibrar con la misma intensidad de las emociones de tus personajes. Después de mucho tiempo por fin terminé de leer "Un último día conmigo". Lloré demasiado... Realmente no quiero imaginarme cómo será leer uno de los libros de la serie que mencionas haber tenido tanta conexión... Estoy destrozada...
ResponderEliminarLúa y Martt también fueron muy intensos. La verdad es que todos lo son a su manera porque para escribir es muy importante sentir, o como mínimo así es en mi caso... ¡Gracias por pasarte por aquí!!! ¡Un besazo!
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